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Gustavo Adolfo Ibarra Mercado

El doctor en Pedagogía dijo que este premio representa un gran esfuerzo académico

Gustavo Adolfo Ibarra Mercado
El doctor en Pedagogía dijo que este premio representa un gran esfuerzo académico

“La docencia es una actividad inacabada. Todos los días son de experiencia y aprendizaje. Es el trabajo constante con los alumnos, y el aprendizaje que se logra permite, al menos a mí, el poder evolucionar como docente. Todo esto se complementa y se enriquece, sin duda alguna, con las maestras y maestros con quienes trabajamos”, consideró Gustavo Adolfo Ibarra Mercado, profesor del plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades, quie fue galardonado con el Premio Universidad Nacional 2024 .

Tal distinción, correspondiente al área de Docencia en Educación Media Superior (humanidades, ciencias sociales y económico-administrativas), la recibió de manos del rector Leonardo Lomelí por su destacado compromiso y dedicación en la formación de muchas generaciones de adolescentes.

“El Premio Universidad Nacional simplemente es un orgullo, una gran satisfacción y me indica que lo que he estado haciendo va por buen camino y seguiremos avanzando hasta donde se pueda. Realmente siento que no hago gran cosa, sólo mi trabajo y punto. Siempre lo he hecho así, porque así nos lo enseñaron, lo hacemos de la mejor manera posible”, resaltó.

Sin embargo, el doctor en Pedagogía y normalista consideró que en este premio “se sintetiza un gran esfuerzo en el que han participado compañeros y compañeras con quienes he trabajado a lo largo de más de tres décadas”.

Por ello, externó que tal distinción la dedica a su familia, a sus compañeros, “con quienes ha trabajado y colaborado de manera colegiada; sin olvidar a los alumnos que nos enseñan mucho”.

Sobre su ingreso al CCH como profesor, evocó que fue de manera casi fortuita: “me gustó, me atrapó y me fui involucrando, siempre con el agrado de llevar a cabo actividades en bien de los jóvenes”; también resaltó que en el plantel Oriente estudió su bachillerato, lo que le permitió conocer y vivir su Modelo Educativo.

 

Pensamiento crítico, un reto

Con una amplia experiencia en el ámbito educativo, el académico, quien también fue galardonado en 2018 con la Cátedra Especial Rosario Castellanos, consideró que uno de los retos actuales en el ejercicio docente es fomentar el desarrollo del pensamiento crítico en los jóvenes.

“Pienso que los jóvenes en la actualidad tienen mucho qué hacer respecto al desarrollo de lo que llamamos el pensamiento crítico, y no solamente los alumnos, sino también buena parte de nosotros como profesores, entendiendo el pensamiento crítico no como esa actitud de estar simplemente criticando y señalando los elementos negativos”.

Explicó que el pensamiento crítico surgió como un movimiento que rechaza la lógica formal en escuelas de Estados Unidos y Canadá en los años cincuenta: “señala que hay que enseñar a hacer análisis de los argumentos, entenderlos y comprenderlos, pero no a través de la formalización y su simbolización, sino a través de la estructura de lo que es el lenguaje natural”.

En ese sentido, comentó que implica “tener una congruencia de pensamiento, tener una lógica determinada y, sin duda alguna, conocimientos contextuales que fusionados nos permitan establecer argumentos, posesiones, puntos de vista bien fundamentados y lógicos”.

“Les digo a mis alumnos: ‘puede que no estén de acuerdo con lo que les diga otra persona, pero tienen que reconocer que su argumento está bien estructurado. Tal vez no están de acuerdo con los hechos, las evidencias, pero si hay coherencia, hay que aceptarlo y reconocerlo’; sin embargo, esto no implica claudicar sobre lo que se dice”.

Añadió que este reto no sólo está presente en el Colegio, “es algo que debe reflejarse en los Programas de Estudio (…) Se requiere de la formación del profesor en ese ámbito para que empiecen por él y después llevarlo a sus alumnos en cualquier disciplina”.

Ante la pregunta de lo que significa el Colegio para él, el académico afirmó que “el CCH, junto a la UNAM, lo es todo”.

“Vi cuando construyeron el plantel Oriente y después, como alumno, me permitió tener una experiencia distinta; luego, como docente me ha dado todo: satisfacciones, la alegría de conocer cada año nuevas personas, compañeras y compañeros docentes y el tener la oportunidad de contribuir en la formación de jóvenes. El CCH, simple y llanamente, lo es todo”, finalizó.

 

Conoce al profesor Gustavo Adolfo Ibarra Mercado:

Es docente del plantel Oriente en el Colegio de Ciencias y Humanidades.

Cuenta con la licenciatura y posgrado en Pedagogía por la FFyL de la UNAM.

En 2018 recibió la Cátedra Especial Maestra Rosario Castellanos del CCH.

Ha colaborado con diversos artículos en las revistas Eutopía y Poiética.

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