Para Edith Padilla, los maestros deben mantener una constante actualización

Cátedra Especial Maestra Rosario Castellanos

Para Edith Padilla, los maestros deben mantener una constante actualización

Cátedra Especial Maestra Rosario Castellanos
Para Edith Padilla, los maestros deben mantener una constante actualización

Como la literata que soy, me siento contenta de ser merecedora de esta distinción. Representa una gran satisfacción, orgullo y, al mismo tiempo, una enorme responsabilidad y compromiso con la comunidad del CCH al ser la portavoz del enorme legado cultural de la maestra Rosario Castellanos. El obtener una Cátedra Especial no es cualquier cosa, es un reconocimiento que pocos llegan a poseer.

Lo anterior fue señalado por la profesora Edith Padilla Zimbrón, quien fue reconocida con la Cátedra Especial y agradeció al Colegio la distinción, ya que sus áreas “me han permitido colaborar en diversos escenarios académicos y fortalecer mi formación disciplinaria y académica”.

Además, recordó a los “compañeros docentes presentes y ausentes, quienes a lo largo de mi trayectoria me han enseñado y formado en los diversos seminarios, en el trabajo colegiado que identifica a nuestra institución y que, insisto, nos va moldeando a lo largo de nuestra estancia en el Colegio”.

Al referirse a las actividades que tiene contempladas para promover el legado de Rosario Castellanos, la profesora con dos másteres en universidades de España afirmó que el aspecto a resaltar será su faceta como dramaturga con las obras El eterno femenino y Tablero de damas.

“Lo haré a través de una conferencia, un curso para profesores y actividades donde los alumnos tendrán una participación importante”, adelantó.

 

DEDICACIÓN EN LAS AULAS

Edith Padilla imparte la materia de TLRIID I-IV y cuenta con 28 años de antigüedad en el Colegio, es profesora de Educación Primaria por la Escuela Nacional de Maestros y estudió Letras Hispánicas en la UAM-Iztapalapa.

Asimismo, ha acreditado diplomados e impartido cursos a profesores; ha participado en eventos académicos en diversos espacios de la UNAM y de otros países como España, Argentina y Estados Unidos.

Sus líneas de trabajo e investigación son la Literatura del Siglo de Oro y Novohispana y Didáctica de la Lectura y Escritura. Sus presentaciones en foros son resultado de las estrategias y secuencias aplicadas con sus alumnos.

También ha colaborado en la Comisión Dictaminadora de Talleres y como Jurado en Concursos de Oposición de Asignatura y de Carrera. Aunado a ello, ha sido consejera académica y participado en diferentes comisiones honoríficas como la Evaluación del PRIDE apoyando a la ENP y Evaluación de la Infocab.

La docente dijo que ingresó al Colegio en 1994, cuando hizo su examen filtro en el plantel Vallejo y la llamaron desde Naucalpan, pero las distancias eran demasiado largas y declinó la invitación. “Después me llamaron de Azcapotzalco y ahí empezó todo. Luego recibí llamada de Oriente, el que mejor me queda por las distancias. Un año escolar trabajé en ambos planteles hasta que decidí quedarme en Oriente”.

 

ALUMNOS, LO MÁS VALIOSO DEL CCH

La maestra en Letras Mexicanas por la FFyL de la UNAM consideró que, indudablemente, el alumnado es lo más valioso del Colegio, al igual que el trabajo colegiado que permite un aprendizaje constante, ya que representa uno de los ejes que distingue al Modelo Educativo.

Además, consideró que la distinción repercute en su práctica docente, ya que la revitaliza y motiva para prepararse día a día y poseer mejores herramientas disciplinares; y le permite compartir experiencias con sus compañeros docentes y, sobre todo, con sus alumnos.

Sobre los retos en su labor en las aulas durante el último trienio, Edith Padilla Zimbrón opinó que el individualismo y la competencia mal encaminada se han exacerbado, así como el uso de la tecnología.

“Durante la pandemia me encontraba de semestre sabático estudiando en la Universidad de Salamanca, España, cuando me reintegré a mis grupos, tomé cursos de Microsoft Teams. Esta plataforma la he utilizado como medio de comunicación con mis alumnos”.

“Diseñé mis cursos regulares en Moodle porque ya lo conocía, no me fue difícil, aunque para mis alumnos sí fue complicado adaptarse a dicha plataforma, pues la mayoría no la conocía. Ese fue el reto para mí”, señaló.

En ese sentido, comentó que a su juicio, “no hay aspectos positivos que nos haya dejado la pandemia; ahora es más fácil comunicarnos por una video pantalla, tenemos plataformas educativas, pero eso no contrarresta todo lo negativo que se vivió con ese acontecimiento”.

Por último, refirió que el continuo aprendizaje que se vive en el aula es su máxima pasión en su labor.

“Aprendemos de los alumnos y de los colegas, es una profesión en la que debes estar al día no sólo en la cuestión disciplinar, sino también conocer las tendencias en lo tecnológico, social y político. Un buen docente debe estudiar constantemente para tener herramientas que permitan responder a los constantes cambios que existen en la sociedad”, concluyó.

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