Lo que para Andrea Jazmín Fernández Buitrón inició como una invitación a un concurso de mapas en su clase de Geografía, pronto se convirtió en una oportunidad para reinventar y repensar un espacio sustentable donde su comunidad pudiera realizar actividades de desarrollo y recreación que impulse a las próximas generaciones.
De esta manera, con su proyecto Parque Lago de las Mariposas, la estudiante del plantel Azcapotzalco del CCH se coronó campeona en el Primer Concurso de Mapas Urbanos: Los Espacios Olvidados, competencia organizada por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, y cuya premiación se desarrolló en el auditorio de la Casita de las Ciencias de Universum, Museo de las Ciencias, ante autoridades universitarias.
Este certamen, dirigido a estudiantes de educación media superior, fue una plataforma para que la cecehachera pusiera en práctica su creatividad, sensibilidad social y participación ciudadana, ya que se encargó de diseñar un mapa sobre un espacio cotidiano que enfrentara condiciones de abandono, con el fin de proyectar su recuperación y convertirlo en un jardín comunitario, un área de convivencia o área para la cultura, ciencia o innovaciones.
De la idea al diseño
En entrevista, la estudiante dijo que decidió participar en este concurso por invitación de su profesor de Geografía: “mi maestro Edgar Pablo Contreras Rodríguez me animó a inscribirme. Se me hizo muy creativa la idea de reconstruir espacios olvidados”.
Sobre su proyecto Parque Lago de las Mariposas, explicó que se trata de “un espacio olvidado en el municipio de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. Es un centro comercial que reconstruí y lo visualicé como un área recreativa, incluyendo canchas de futbol, básquetbol, laberintos, fuentes, espacios de juego para niños y un área totalmente verde”.
“Yo quería un área familiar. Se me ocurrió un lago y quería que hubiera lanchitas, como en Chapultepec. Diseñé áreas verdes y quioscos para actividades de recreación. Se me ocurrió plasmar bibliotecas, restaurantes, locales, entre otros negocios, en las inmediaciones del parque”.
En este trabajo de imaginación y diseño, la joven, que aspira a estudiar la licenciatura de Médico Cirujano en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, destacó que el principal reto fue entender la dinámica del concurso, es decir, “proyectar lo que se quería. A mi parecer, me gustaría que se mejorara esta zona del parque, por eso incluí un área verde; eso fue un gran desafío”.
En esta tónica, argumentó que su proyecto refleja parte de sus aprendizajes en el CCH, ya que el enfoque sustentable y el aportar soluciones a una problemática en su comunidad fueron ejes que estuvieron presentes en el momento de imaginar cómo se podía recuperar el parque.
“El Modelo Educativo del CCH me ha ayudado a desenvolverme como joven y aportar ideas a mi comunidad, el cómo me gustaría ver espacios desde mi perspectiva, la recreación de áreas verdes o para la adolescencia; también para mejorar a nuestro municipio y mejorar la imagen de una ciudad”, agregó.
Al ser cuestionada sobre cómo su deseo de estudiar Medicina se vincula con su aprendizaje de Geografía y el diseño de mapas, la alumna expuso: “la idea del CCH no es sólo conocer tu tira de materias para estudiar determinada carrera, sino involucrarte en todos los ámbitos y áreas en las que tú puedes incluir otros conocimientos. Es fundamental investigar sobre otras áreas”.
Por ello, instó a sus compañeros a explorar nuevos horizontes del conocimiento: “tengan en mente que pueden lograr algo; a lo mejor eres bueno en algo que creías que no lo eras, pero quizá puedas ganar en algo. Siempre se puede más”.
Jóvenes comprometidos
Por otra parte, Andrea resaltó que este tipo de concursos, dirigidos a los jóvenes de nivel bachillerato, generan una reflexión sobre cómo pueden contribuir a su sociedad y construir mejores entornos para fomentar la sana convivencia.
En esa tónica, hizo un llamado a sus compañeros para involucrarse en la toma de decisiones respecto a sus espacios y actuar para mejorarlos. Para ello, “participar en este tipo de concursos es un primer paso, ya que más adelante estas ideas pueden ser apoyadas por los gobiernos y así mejorar cada uno de los espacios”.
Por último, destacó la importancia de que los jóvenes atiendan las problemáticas ambientales ante la crisis que está enfrentando la humanidad: “Debemos involucrarnos en estos temas y tomar decisiones, porque somos las nuevas generaciones que se quedan y, más que nada, es aportar al mundo algo ecológico. Al crecer empiezas a concientizar lo que más adelante le dejarás a las próximas generaciones. Para nuestra generación, cuidar el ambiente es algo muy importante”.
Debemos involucrarnos en estos temas y tomar decisiones, porque somos las nuevas generaciones que se quedan y, más que nada, es aportar al mundo algo ecológico”.
El Modelo Educativo del CCH me ha ayudado a desenvolverme como joven y aportar ideas a mi comunidad, el cómo me gustaría ver espacios desde mi perspectiva”.