violencia

Desigualdades

Representan una gran violación a los derechos humanos de las mujeres

Desigualdades
Representan una gran violación a los derechos humanos de las mujeres

“Tanto la discriminación como la violencia de género tienen que ir unidas, porque en el fondo de todo son desigualdades”, consideró Lourdes Enríquez Rosas, de la Facultad de Filosofía y Letras, durante el V Módulo del Diplomado Feminismo: Formación, sensibilización y propuestas didácticas. Al hablar del tema Deber de prevenir, atender, sancionar y erradicar la discriminación y la violencia por razones de género, dijo que es importante que los docentes de Educación Media Superior empiecen de manera transversal a entender estos temas de normalización de las violencias, pero como la forma más grave de discriminación.

Como lo han dicho los instrumentos internacionales: este maltrato hacia las mujeres, lo que ahora llamaríamos tipos y modalidades de la violencia, tanto las cotidianas como las institucionales, como la violencia letal, la feminicida, son una gran violación a los derechos de las mujeres.

“Hay que colocar el discurso desde un punto de vista de derechos humanos, porque creo que es importante que se sepa, que no nada más hablamos de teorías críticas, de feminismos, sino que los enmarcamos en los derechos humanos, con todos los elementos que éstos tienen y, sobre todo, se discuten en la UNAM”, observó.

En una exposición minuciosa, la también abogada habló de los derechos humanos consignados en nuestra Constitución, se refirió a la relevancia de la movilización política de las alumnas universitarias, definió género como el conjunto de ideas que una cultura desarrolla desde la diferencia anatómica entre los sexos (lo masculino) y lo que es propio de las mujeres (lo femenino).

La docente habló de las características del movimiento más reciente, “entender las diferencias dinámicas intergeneracionales de acciones para prevenir y erradicar la discriminación y las violencias de género nos sirve para entender las razones por las que las movilizaciones feministas han radicalizado sus estrategias de lucha. Es una marea que esparce lenguajes, experiencia colectiva y prácticas corporales nuevas, toman posturas políticas, cultural y erótica en relación con sus derechos humanos”.

La ley obliga a otros países, señaló, a que se eduque desde una perspectiva de género desde el preescolar, a educar en igualdad. México ha sido omiso o muy lento en incorporar la igualdad desde los primeros años de estudio, nunca es tarde para empezar, es importante porque va a traer bienestar a la sociedad, a hombres y mujeres, al podernos liberar de esos mandatos de género, tanto en lo masculino como en lo femenino, vamos a ser mejores personas, más justas, más incluyentes, equitativas y menos violentas”, indicó.

Compartir: