Enseñar y aprender lengua y literatura es una revista que apuesta por el diálogo profundo del quehacer docente correspondiente al Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación, un espacio de análisis que revisa y debate lo fundamental del trabajo en el aula, así lo señaló la académica María Isabel Gracida Juárez, coordinadora de la publicación.
Se trata, dijo, de atender la importancia de las asignaturas que la conforman, ya que enseñan a los jóvenes a pensar, a diferenciar distintos tipos de discursos, a argumentar, a investigar, a dialogar con el otro.
Dicho espacio, dijo, busca reflexionar sobre la práctica docente, sobre la consecución o no de aprendizajes en el aula, de cuestiones generales sobre la evaluación, o de los nuevos elementos de la educación a partir de la enseñanza mixta o híbrida, porque “hay mucho qué decir” y así generar condiciones para que los estudiantes lleguen no sólo muy bien a la licenciatura, sino que les sirva para la vida.
Al referirse a dicha área del conocimiento, sostuvo que da las herramientas a los estudiantes para el trabajo académico durante el bachillerato (pues en todas las asignaturas se lee y se escribe), pero no sólo eso, también les permitirá formar una individualidad, una vida colectiva y una vida colegiada; por tanto, si no se adquieren, no hay posibilidades de aprendizaje, ni relación con el otro, ni condiciones para un debate armónico entre los seres humanos, de ahí que revisar su importancia es el centro que mueve la publicación.
En este sentido, compartió que se han hecho estudios universitarios sobre los perfiles de los estudiantes para su ingreso a licenciatura, particularmente en las últimas 20 carreras creadas, y en todas hay una constante: que el alumnado debe ir con todos los elementos que da la lengua materna.
Pero también hay otros aspectos en donde los docentes pueden reflexionar, aseguró la especialista. La idea es convocar a los colegas a que vayan más allá de proponer secuencias didácticas, y ejemplificó, si el alumno debe aprender a aprender, qué hay detrás de eso, y concretamente para el área de literatura, para después dialogarlo, contrastarlo y generar nuevas formas de aproximación al fenómeno de la lengua y literatura y no quedarnos con lo que dicen los expertos de otros lugares, sino pensar a partir de nuestro contexto y aulas.
Para concluir, la docente consideró que contar con una amplia oferta editorial en el Colegio es un lujo y una gran posibilidad de mantener un diálogo entre los profesores y otras entidades universitarias, pero ante todo, subrayó, hay que impulsar su difusión.
