Citlali Pérez Andrade

Empatía y sensibilidad

Citlali Pérez anhela estudiar composición en Francia o Rusia

Empatía y sensibilidad
Citlali Pérez anhela estudiar composición en Francia o Rusia

Los chicos que estudiamos música o alguna otra disciplina artística, así como los que tienen acercamiento con cualquiera de sus manifestaciones, nos conducimos de manera distinta en el salón de clases, con nuestros compañeros y profesores, consideró Citlali Pérez Andrade, del plantel Vallejo e integrante de la Orquesta de Cámara Inter Planteles del CCH.

“Tratamos de ser empáticos con quienes nos rodean y de comprender más las situaciones que se nos presentan, tal vez porque hemos desarrollado la parte de la sensibilidad”, reflexiona la joven de cuarto semestre, quien evoca sus inicios con la música cuando a los 6 años formó parte de la estudiantina de una iglesia cercana a su hogar.

“Es como ver en cada uno de los compañeros y profesores su canción, sonata o preludio, porque a cada uno le puedes captar sus momentos musicales y silencios”, considera la joven de 17 años, al hablar sobre cómo la música puede ayudar a mejorar en los estudios y relaciones interpersonales en el Colegio.

Además de ser disciplinado y perseverante, te ayuda a saber organizar el tiempo que das a cada actividad, “porque sí se puede cumplir con las cosas que te interesan”.

La música, abunda, es un fenómeno vivo que va más allá de simples vibraciones o frecuencias que oscilan en un medio; por ejemplo, la sensibilidad que causa en cada individuo para disfrutar de su energía. “Porque la música es un flujo energético que todos podemos disfrutar al máximo”, refiere la joven, quien culpa de su destino a un teclado arrumbado en su casa, que fue el que la retó a tocarlo y a presentar examen para ingresar al Centro de Iniciación Artística del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

En la música, señala, es maravilloso poder revivir una parte de alma y creación de cada compositor, al ejecutar sus piezas y volver a interpretarlas; “es como hablar con las voces musicales que imaginaba en su mundo, como en el caso de Johann Sebastian Bach, quien ofrece piezas como poemas que cobran vida en cada ejecución”.  

Por eso, como Orquesta de Cámara del Colegio, “me gustaría que podamos transmitir el sentimiento que el compositor le dio”, es decir, si la escribió para una amada, representemos la fuerza de ese amor; si ejecutamos una pieza fúnebre, podemos transmitir ese duelo a quienes nos escuchen.

En su oportunidad, explica que llegó a la orquesta por una publicación en la página de Facebook del CCH y como se empalmaba con su clase de Matemáticas, tuvo que tomarlas simultáneas con ayuda de un celular y una laptop; “fue un reto y gusto al mismo tiempo”, dice, al reconocer que ya decidió prepararse para ingresar a la Facultad de Música y estudiar composición, porque tiene el sueño de seguir preparándose en Francia o en Rusia.

Compartir: