Julieta Fierro Gossman reflexionó sobre el futuro de la educación ante la pandemia que atravesamos y señaló que se debe repensar todo el sistema educativo; se debe aprender, pero de manera feliz.
Durante una videoconferencia a través de la página de Facebook del Colegio de Ciencias y Humanidades, la invitada habló acerca de los misterios de los planetas, las estrellas y los hoyos negros, en la presentación de su libro Los retos de la astronomía, editado por el CCH y la Academia Mexicana de la Lengua, e invitó a los jóvenes cecehacheros a interesarse y elegir una carrera en ciencias.
La investigadora dijo que se debe enseñar para la vida, “el tránsito por la escuela tiene que ser forzoso, pero aprender de manera feliz, de tal suerte que lo hagamos un hábito, que el conocimiento nos sirva desde cómo destapar un baño, cocinar un pastel o sanar una herida, cómo manejar un robot o construir un motor, que nos enriquezca con las artes, con cuestiones que nos permitan vivir en sociedad como la ética”, afirmó.
La astrónoma consideró que se debe repensar todo el sistema educativo para transformar el aprendizaje, “enseñar habilidades básicas, no memorísticas, trabajar en equipo, cursos presenciales y en línea, reinventarnos. Si algo puso en evidencia esta tragedia, es que se puede aprender a distancia, los profesores tenemos que aprender a usar estas herramientas y utilizarlas como complemento, porque entre mayor diversidad al enseñar un mismo tema, tendremos más éxito”.
La científica apuntó que entre las grandes aventuras que tiene la humanidad hacia el futuro, para que sea más justo para todos, es que antes de que nazca un niño, sus papás tengan conciencia sobre la violencia familiar, de métodos anticonceptivos para que sea deseado, la escuela debe ser un lugar seguro donde el pequeño sienta que cada día es una fiesta y enriquezca su conocimiento, lo mismo para la primaria, tiene que ser una época gozosa de la vida, con deportes, música, arte”.
La secundaria, expresó, tiene que ver más con los intereses de los jóvenes, “porque soy como soy”, enseñarles cosas que les hagan sentido porque hay un gran abandono en esta área y sienten que lo que estudian no les va a servir para nada.
En el bachillerato, resaltó, los chicos tienen que considerar que es su última oportunidad para tener una cultura universal, por eso es tan importante esta colección de libros, la felicidad de abrir nuestros horizontes de pensamiento y las licenciaturas tienen que ser diferentes, más disciplinarias, los posgrados con grandes especialidades, nunca vamos a dejar de aprender, no sólo para mantener nuestro trabajo sino para enriquecer nuestro espíritu, indicó.
La catedrática enfatizó que ser científico es divertido, apasionante y que en el mundo hay un déficit de ellos, “que vivan los cecehacheros, no se olviden que son seres con cerebros únicos e irrepetibles, ustedes son un tesoro a pesar de las adversidades de la vida y pueden tener una existencia extraordinaria, los esperamos en las licenciaturas para que transiten por el gozo del conocimiento”.
