“El arte es terapéutico para entender lo que nos pasa, sobre todo en estos momentos en el mundo y el país, en donde por más que nos acerquemos a las personas, no podemos estar con ellas, o incluso con nosotros mismos porque tenemos que taparnos el rostro con mascarillas y cubrirnos las manos con guantes”, aseveró Antonio Sustaita Aranda, investigador de la Universidad de Guanajuato.
Como análisis político del actual momento que vivimos, dijo, “es una manifestación biológica y de salud que ha puesto en duda lo que parecía la solidez del sistema económico; las dificultades provocadas por el coronavirus también han expuesto la crisis del neoliberalismo”, dijo el exalumno del CCH, generación 1980, y doctor en Arte por la Universidad Complutense, de Madrid, España.
Obras de creadores contemporáneos, referencias mitológicas, análisis político y reflexiones sobre la función de dichas manifestaciones como medio de acción histórica sobre epidemias, fueron expuestas en la conferencia en línea denominada Arte, cultura y política en torno a la pandemia, como parte del pasado ciclo Qué ver, qué hacer, cecehacheros en la cultura.
Sobre el confinamiento señaló que se entiende más por el control político del espacio público, como una medida draconiana. Ante ello, explicó, un colectivo de estudiosos de la realidad social de países como Alemania, España, Estados Unidos y México, se reunieron para revisar el fenómeno, y se dieron cuenta de que el uso del espacio público iba a ser diferente en cada país.
También habló sobre el trabajo de los artistas Marcel Duchamp y Bruce Nauman, “quienes trabajaron en la genealogía de la infección, así como que el arte contemporáneo surgió del rechazo de cómo esta generación de artistas veía su entorno social”.
De igual manera, mostró el trabajo pictórico de Giorgio de Chirico y Edward Hopper, “considerados artistas del aislamiento, tristeza y pérdida del otro y de uno mismo”.
En relación con el ejercicio de la política, dijo que el coronavirus pone en duda el modelo neoliberal ya que industrias consolidadas reportaron pérdidas considerables como fue el caso del petróleo, en tanto que las relacionadas con la tecnología y la farmacéutica generaron ganancias superiores.
Para concluir, explicó que el dominio socio-estético de la pandemia es afectado por la base de la interacción social con el consumo mercantil y de bienes materiales y simbólicos. “Hemos pasado de un momento de inconciencia, consumo, opulencia, irreflexión, a un momento de introspección, encuentro consigo mismos, dolor, tristeza y desesperanza”.
