Alumnos y dependencias universitarias luchan por la conservación del área

Todos a cuidar el pedregalito

Es una de las microrreservas ecológicas en la zona de CU

Todos a cuidar el pedregalito
Es una de las microrreservas ecológicas en la zona de CU

A través de un video proyectado en la página de Facebook del Colegio de Ciencias y Humanidades, en el marco de la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades un grupo de profesores del Seminario de Didáctica de la Biología del plantel Sur mostró el pedregalito Cuetzpalli, con el propósito de contribuir a su rescate y cuidado, además de la conservación de las especies nativas del lugar.

También busca promover entre los alumnos habilidades de investigación, trabajo de campo y colaborativo, así como valores éticos de cuidado por las diferentes formas de vida presentes en el pedregal.

En el pasado, el 90 por ciento de Ciudad Universitaria estaba cubierto por roca volcánica, sin embargo, a lo largo del tiempo, el campo de CU ha tenido un importante crecimiento urbano, cubriendo poco a poco el pedregal. Pero hoy en día existen algunos remanentes de lo que fue el paisaje original.

Los pedregales remanentes son un conjunto de islas pétreas que se encuentran separadas por construcciones, pasos peatonales y vehiculares, que albergan especies nativas de la reserva ecológica del Pedregal de San Ángel. 

Dentro de CU se contabilizan 320, la mayoría se encuentran en malas condiciones, por lo que su rescate y restauración ha sido una tarea impulsada por programas universitarios REPSA (Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel), a través de una adopción institucional, en el que participan diferentes dependencias universitarias.

El pedregal remanente 319 es uno de los presentes en el plantel Sur, bautizado como Cuetzpalli, que significa lagartija en náhuatl y que fue adoptado por la institución en febrero de 2017, por medio de los profesores: Enriqueta González, Erick Márquez, Gloria Piñón y Jesús Villavicencio.

Cuetzpalli se encuentra en la parte sur del Colegio, tiene un área aproximada de dos mil 348 metros cuadrados, con un perímetro de 236 metros, al igual que los pedregales remanentes de CU, funciona como un corredor biológico que alberga especies nativas y proporciona servicios ecosistémicos entre los que se encuentran: permitir la infiltración natural de lluvia, ser un área verde que se regula por sí sola, sin requerir de un mantenimiento exhaustivo.

El pedregal remanente 319  es una microrreserva  biológica que permite el establecimiento de plantas nativas que son a su vez refugio y alimento de un importante número de animales originarios del lugar. 

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