Cubo de Rubik, más que ingenio

Desafío que desarrolla tu intelecto

Fomenta la superación, paciencia y perseverancia

Desafío que desarrolla tu intelecto
Fomenta la superación, paciencia y perseverancia

¿Sabías que practicar el armado del cubo de Rubik desarrolla tu creatividad y tu capacidad para solucionar problemas? También agiliza la memoria y capacidad de retención de las personas, destacó Julio César Castillo Cañedo, profesor de Matemáticas del plantel Azcapotzalco, al participar en las actividades de la jornada para conmemorar el Día de Pi.

Luego de mostrar de manera virtual algunos ejemplos sobre cómo resolver el popular juego, Castillo destacó que quien intenta resolverlo implementa diversas estrategias para encontrar los algoritmos adecuados y se empeña en buscar diferentes opciones que solucionen el rompecabezas.

En lo cognitivo, dijo, intervienen la memoria y la retención, ya que ayudan a adquirir conceptos de habilidades matemáticas para aprender posibilidades de resolución; en la parte motriz se utilizan y ejercitan todos los dedos de ambas manos al momento de armarlo. Además, se considera una herramienta para “fomentar los valores personales de superación, esfuerzo, paciencia y perseverancia, fundamentales para no darse por vencidos en un juego de concentración”.

Raúl García Ortega, docente del mismo plantel educativo del Colegio, habló de Erno Rubik, un escultor y profesor de arquitectura de la Universidad de Budapest, quien inventó este original rompecabezas en 1974, lo patentó en 1975 y comenzó a popularizarse en el mundo en 1977. Su primer torneo (tiempo de armado) fue en 1982, en Budapest.

Se dice que tardó más de un mes en resolverlo y que lo veía como un instrumento para explicar a sus alumnos conceptos académicos como las relaciones espaciales o los contrastes de la condición humana a través de un objeto de arte que exploraba nuevas formas.

Luego habló de una serie de curiosidades en torno al cubo, como que uno de los más grandes se encuentra en Estados Unidos y “tiene una altura de tres metros y pesa alrededor de 500 kilos”, y que uno de los más extravagantes se creó en 2012, hecho de oro y piedras preciosas.

Un cubo de Rubik clásico posee seis colores uniformes (tradicionalmente blanco, rojo, azul, naranja, verde y amarillo). Un mecanismo de ejes permite a cada cara girar independientemente, mezclando así los colores.

Para resolver el rompecabezas, cada cara debe quedar de un solo color. Actualmente, se estima que se puede resolver en 20 movimientos, pero tiene más de 43 trillones de configuraciones posibles. 

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