La misión del docente no consiste sólo en aplicar y enseñar técnicas, sino que es, ante todo, la formación de personas. La escuela es un espacio que contribuye poderosamente a conformar lo que somos para la apropiación de la cultura.
El análisis de la noción sobre el cuerpo permite apreciar la dificultad enorme para acceder a una terminología única que describa y abarque de manera precisa dicho concepto.
En el idioma español, al hablar de cuerpo, se hace necesario adjetivarlo para explicar que a la vez de ser cosa, es entidad actuante. Nos referiremos a este cuerpo protagonista, a partir del término corporeidad, empleado por Trigo (2000) y definido como la manifestación visible de lo invisible en el ser humano (Lyotard, 1999).
La corporeidad como concepto de cuerpo vivido y protagonista, encuentra fundamento en el significado de dos palabras alemanas -körpe y leib-con las cuales se designa al cuerpo, pero con dos significados diferentes: körper alude al cuerpo objeto, mientras que leib identifica el carácter vital, existencial, experiencial: totalidad viviente y actuante.
La corporeidad es, entonces, el cuerpo protagonista de todo acto humano, visible e invisible.
A través del cuerpo, y con éste como mediador, se construye la corporeidad, lo humano corporeizado, la conciencia hecha gesto, movimiento o palabra: presencia y comunicación.
La visión integradora permite revisar lo humano desde la óptica de una configuración doble, pero actuando como unidad, como un todo, como ser global. Por ello, se concibe la corporeidad como una alusión global al cuerpo que refleja a la persona humana.
El recorrido para presentar cómo construimos nuestra corporeidad y cómo la escuela juega un rol sobresaliente en este sentido, es toda una aventura. Incorpora en su itinerario al presente como al pasado reciente y lejano.
El cuerpo es esencial para la adquisición del saber. Con él, los seres humanos se comunican, expresan, se relacionan, conocen y se conocen, aprenden a ser y hacer. Los jóvenes requieren de reconocer su cuerpo y este redescubrimiento juega un papel determinante en su formación.
La corporeidad es la relación que debe existir entre el cuerpo y el movimiento para lograr aprendizajes de todo tipo en la construcción de la identidad personal.
Para la Educación Física que se imparte en el Colegio, la corporeidad se debe construir a partir del respeto a la identidad de los estudiantes, promoviendo una armonía con él mismo, identificando lo que necesita, lo que hace falta y lo que desea realizar para estar bien consigo mismo y con los demás.
Esta concepción sobrepasa en mucho el paradigma tradicional que sólo se refiere al cuerpo usado como un objeto utilitario, como una máquina para lograr éxitos con fines meramente estéticos.
Bajo esta concepción, lo corporal conlleva no sólo a lo físico y la materia, también incluye lo que piensa, siente, razona, reflexiona, actúa y utiliza.
La Educación Física en el Colegio de Ciencias y Humanidades reconoce lo que piensan y sienten los estudiantes en la clase, conociendo sus actitudes y prácticas cotidianas de lo corporal, con el propósito de orientarlos a que con las diferentes actividades que se le proponen y que ellos mismos solicitan formen su identidad.
La corporeidad no se puede limitar a una sola asignatura, nivel o modalidad, porque es un contenido común que deben atender todas las áreas.
Cada docente, desde su especialidad y concepción, tiene que contribuir a este propósito, por lo que es necesario encontrar puntos convergentes entre sí para que cada uno participe en el proceso de formación de los estudiantes, donde todos son sujetos de cultura y propia educación, y el aprendizaje de este es el centro, favoreciendo su autonomía como lo indica el Plan de Estudios del CCH.
La materia de Educación Física que se imparte en el Colegio busca el desarrollo integral de los estudiantes a través de la corporeidad.
Cuando un adolescente se mueve, actúa como un ser total, es decir, manifiesta su unidad corporal conformada por conocimientos, afectos, motivaciones, actitudes, valores y por una herencia familiar y cultural.
Estos elementos permiten en el estudiante ir desarrollando y reconstruyendo su corporeidad a partir de la interacción de su dimensión motriz con el mundo, exponiendo su cuerpo no de manera separada, sino dando respuesta al ser completo.
En resumen, al hablar de corporeidad se busca entender desde la Educación Física la complejidad del cuerpo en movimiento; un cuerpo que piensa, siente, expresa y ejecuta infinidad de acciones.
Referencias de consulta:
Grasso, A., & Erramouspe, B. (2005). Construyendo identidad corporal. La corporeidad escuchada. Buenos Aires: Novedades Educativas.
Ruggio, G. (10 de 2011). La corporeidad: el nuevo paradigma como formador de la identidad humana. EFDeportes.com, Revista Digital. Obtenido de http://www.efdeportes.com/efd161/la-corporeidad-el-nuevo-paradigma.htm
