La profesora Elsa María de los Ángeles Hernández nos comparte un poco de su historia docente y cómo fue un pilar fundamental de nuestra comunidad, dejando una huella imborrable en el corazón y aprendizaje de las y los alumnos que pasaron por sus clases.
“Recuerdo estar estudiando la licenciatura cuando uno de mis compañeros me platicó que estaban buscando profesores para un nuevo Colegio que pertenecía a la UNAM y en dónde podríamos laborar. Decidí acudir al plantel y así fue como ingresé al CCH, abriéndome un panorama que no había imaginado antes; el de ser docente”, aseguró De los Ángeles Hernández.
Y así comenzó la distinguida y amplia trayectoria como docente de las asignaturas de Latín y Griego: “A mi comienzo tuve que aprender todo acerca del Colegio, tuve que tomar varios cursos acerca del modelo educativo, empaparme de sus principios e involucrarme en la vida académica y el ajetreo diario de sus pasillos, enamorándome de todo lo que significa ser cecehachero y de mi labor como formadora de jóvenes en su búsqueda por mejores oportunidades”, comentó.
Tras recibir la medalla por 50 años de servicio, De los Ángeles Hernández ha encontrado en la docencia su vocación, labor y estilo de vida dejando un destacable legado a las actuales generaciones de profesores y alumnos que hoy son parte de nuestra comunidad.
“Aconsejo a las nuevas generaciones de profesores que primero se tomen el tiempo de conocer el Colegio y todos sus matices, su bondad y sus integrantes, empapándose de lo que realmente significa ser un cecehachero de corazón y dejar su granito de arena dentro del conocimiento y el corazón de los alumnos que pasen por su salón de clases” recalcó la profesora.
Por último, la profesora agradeció todas las vivencias a lo largo de su carrera docente y finalizó con un mensaje: “Yo crecí, maduré, me formé y me volví parte de la vida del Colegio. Mi vida entera se queda aquí, igual que mi esencia, y espero que me recuerden, así como yo recordaré con cariño al CCH. Mi corazón por siempre azul y oro”
