Nuevas perspectivas literarias y temáticas, reflexiones sobre las tendencias socioeconómicas y del desarrollo tecnológico, así como su impacto en la vida cotidiana, se presentaron durante el curso intersemestral para profesores “Literatura cyberpunk: raíces, influencia y legado”, realizado a través de la plataforma Teams.
Miguel Ángel Landeros Bobadilla, impartidor y docente del Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación local, comentó que los objetivos consistieron en explicar a las y los docentes el origen, la importancia y la herencia del cyberpunk en la literatura contemporánea, además de describir sus tropos, estética y estilo.
“La ciencia ficción ha cargado con el cliché de que se basa en rasgos estereotípicos como las naves espaciales, invasiones extraterrestres y viajes intergalácticos. En realidad, junto al cyberpunk, permite ficcionalizar sobre las situaciones de nuestro contexto, exponer situaciones y conflictos personales y colectivos, cuestionar nuestro momento histórico y, un aspecto fundamental al tratarse de nuestros jóvenes lectores, desarrollar la imaginación e incrementar el interés y gusto por la lectura”, explicó.
Durante las sesiones se exploró el género literario de la ciencia ficción, con sus características y tipología. Se ahondó en las distopías, que son aquellas narrativas que expresan realidades conflictivas futuras que pueden ser plausibles; además, extrapolan las tendencias actuales negativas, como la sobrepoblación, el calentamiento global y las comunidades permanentemente vigiladas.
En el caso del cyberpunk, afirmó Landeros Bobadilla, se describen entornos ultra avanzados con tecnologías como implantes biomecánicos, nanotecnología, cyborgs y mutaciones genéticamente programadas. Acotó que se distinguen porque la tecnología es de vanguardia, pero la mayor parte de la población vive marginada del progreso.
Asimismo, se destacaron algunas obras literarias básicas de este género surgido en la primera mitad de los ochenta, donde se resaltó las aportaciones de la novela Neuromante, publicada en 1984 por William Gibson, la cual sentó las bases del cyberpunk al presentar sus rasgos distintivos que ha perdurado en otros libros como Gel azul, autoría del mexicano Bernardo Fernández Bef.
Al hacer un análisis literario, se revisaron las características de los personajes, que suelen ser seres individualistas pero rebeldes, se enfrentan a un sistema dominado por megacorporaciones tan poderosas, incluso, han llevado a la desaparición de los Estados y los han sustituido en funciones básicas.
