En este regreso a clases de manera presencial, tenemos una prioridad: que las y los jóvenes se acerquen al acervo de la biblioteca y ésta vuelva a ser parte activa de su aprendizaje, tal y como se concibe en el Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades, advirtió la profesora Mónica Aguilar Rocha, coordinadora de la Biblioteca “Guillermo Haro”, del plantel Oriente.
A iniciativa del personal de la biblioteca y como parte del plan de trabajo de este recinto, la profesora destacó el interés de los bibliotecarios por tener un acercamiento con el estudiantado, mediante las pláticas que ofrecen sobre cómo se distribuyen los libros y cómo funciona el sistema de préstamo interno y a domicilio, incluyendo los recursos digitales de BiDi-UNAM.
Asimismo, ponderó el trabajo que hacen a través de visitas guiadas, tanto al personal docente como a estudiantes del Colegio, donde les muestran los recursos bibliográficos que complementan el proceso de enseñanza-aprendizaje, y que incluyen una variedad de textos como novelas, ensayos históricos, manuales, libros de texto, obras de consulta y un buen número de ejemplares sobre didáctica y pedagogía en apoyo al plan y los programas de estudio.
Durante los recorridos, dijo, las y los alumnos conocen cómo se clasifican los textos, dónde están ubicadas las obras por área de conocimiento, o bien, cómo utilizar el catálogo de publicaciones, que parece sencillo, pero a veces se les complica.
Consciente de la importancia y valor de la biblioteca, la maestra invitó a la comunidad escolar a retomar la costumbre y la necesidad de asistir a ese recinto, pues es un complemento a su formación académica y un recurso para acceder al conocimiento, al enriquecimiento de la cultura general, pues desde que ingresas a ese espacio, se tiene la posibilidad de ampliar el saber, de salir de la duda. Si conoces la biblioteca, te enteras y aprendes, puntualizó.
Por sus dimensiones (2 mil 391 m2) y por su acervo (más de 250 mil ejemplares, que superan los 26 mil títulos) la Biblioteca “Guillermo Haro” es la más grande de la zona oriente de la Ciudad de México, recordó la profesora del Área Histórico-Social.
En ella participan más de 30 bibliotecarios, bajo la coordinación de Irais Atilano, Francisca Rodríguez y Marcela Lechuga, quienes tienen como cometido incrementar la visita de los usuarios, brindar servicios de calidad y ser un puente para el complemento escolar de las y los jóvenes, a quienes la lectura hará autónomos y críticos, concluyó.
