Concurso de Fotografía de Vida cotidiana 2016

Disidencia de ambrotipo

Daniel Álvarez, entre lo químico y lo digital

Disidencia de ambrotipo
Daniel Álvarez, entre lo químico y lo digital

Con una invitación a registrar los momentos que más les atraigan, emocionen y satisfagan, así como a dejar de lado los prejuicios, Daniel Ernesto Álvarez Sánchez, ganador del Concurso de Fotografía de Vida cotidiana 2016, en Fresnillo, Zacatecas, se dirigió a los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades para celebrar dicho arte.

“Nuevas memorias. Día Internacional de la Fotografía” fue el nombre del conversatorio que organizó el Departamento de Difusión Cultural del Colegio, y que dirigió Cristina Arroyo Estrada, del área de Literatura y Artes Plásticas, donde el artista visual compartió su gusto por no dejar escapar esos momentos en los que la imagen lo cautiva, un ejercicio que comenzó a temprana edad y lo ha llevado a contar ya con un amplio registro de instantáneas.

Interés que ha combinado con la investigación y la generación de una propuesta visual denominada Disidencia de ambrotipo, que dio título a su tesis profesional, la cual surgió a partir de estudiar los orígenes de la fotografía.

El ambrotipo tiene su auge en Estados Unidos, era un negativo económico, el daguerrotipo de los pobres, un procedimiento que Daniel decidió llevar al siglo XXI y con medios digitales.

Aunque su primer acercamiento a la fotografía fue con una cámara digital, considera estar en medio de la fotografía química y la digital, entre aquellos que dicen que la antigua es mejor o viceversa, aunque, en su opinión, por procedimientos distintos, ambas llegan al mismo resultado.

En la charla, contó a los cecehacheros reunidos vía remota que fue a partir de que realizó su servicio social en la Fototeca de Zacatecas “Pedro Valtierra”, que profundizó en este tema y surgió la idea de hacer una adaptación a los medios digitales, “utilizando el espacio y la iluminación artificial para dar un efecto visual que recuerda al proceso original, y que puede beneficiar a fotógrafos y artistas visuales, y así proponer una forma poco convencional de presentar la fotografía”.

Dicha indagación, señaló, está sustentada en los textos La invención de la fotografía: la imagen revelada, de Quentin Bajac; Sobre las propiedades del retrato fotográfico, de John Berger, y El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio, de Carlos Jurado. Además, del trabajo de artistas modernos como Andrés Serrano (Estados Unidos, 1950), Julio Le Parc (Argentina, 1928) y László Moholy-Nagy (Hungría, 1895). 

Asimismo, refirió que incluyó investigaciones sobre Nabo Gass (Alemana, 1956), puesto que “sus trabajos consolidan una colección caleidoscópica de los espectros felices y tristes de la vida junto con todo el conjunto de su realidad; de los hermanos Lumiére, y Abel Niépce de Saint-Victor (Francia, 1808-1870) con su procedimiento de negativo a la albúmina”.

Al describir el procedimiento, el también profesor detalló que usó mil negativos (de fotografías familiares) y se eligieron 12 que después formaron parte de una exposición; se limpiaron con algodón y alcohol isopropílico (en los casos necesarios); para la digitalización se elaboró una caja de luz, y con el sistema RGB y el histograma, que detecta la cantidad de pixeles, se balancearon los colores. Para la creación de negativos se hizo la impresión directa sobre vidrio.

En comparación con el daguerrotipo del siglo XIX , explicó, “se reemplazó la placa de metal por un espejo, y el mercurio y las sales de plata por una impresión piezoeléctrica”.

Para finalizar la charla, el artista visual compartió la imagen que lo hizo acreedor al premio del Concurso de Fotografía de Vida cotidiana en Fresnillo, Zacatecas, que convocó la Fototeca “Pedro Valtierra” y la agencia y revista Cuartoscuro, fue “Juntos frente a la vida”, que retrata a una familia huichol que pasea por las calles del estado norteño. 

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