Profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades, así como de otras instituciones educativas del nivel medio superior del país, reflexionan a partir del diálogo colegiado sobre la enseñanza de la filosofía, sus aportaciones al perfil de egreso de cada sistema, los beneficios a la asignatura y la educación, la defensa sobre su permanencia en los planes de estudio y su vinculación con las problemáticas sociales actuales.
Lo anterior como parte del “Curso sobre contenidos básicos para la impartición de la Filosofía en el bachillerato”, coordinado y diseñado por el profesor José Daniel Piñón Cuenca, del plantel Naucalpan, y de las actividades del Centro de Formación Continua (CFC) del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
El curso, que corre del 23 de agosto al 4 de noviembre, vía Moodle, con una duración de 40 horas, tiene como objetivo “coadyuvar al fortalecimiento de los contenidos temáticos y aprendizajes comprendidos en los programas de estudio de las asignaturas filosóficas en los sistemas del bachillerato del país”.
La idea es encontrar “los beneficios que brindan los distintos enfoques de la impartición de las asignaturas filosóficas” y descubrir las áreas de oportunidad en los enfoques pedagógicos y didácticos utilizados por los docentes de dichas asignaturas, puntualizó Piñón, quien es docente desde 2009.
También buscará fomentar el diálogo constante entre los docentes de los sistemas de bachillerato para mejorar las contribuciones de las asignaturas filosóficas para el logro de los perfiles de egreso en los planes de estudio de las distintas instituciones, y consolidar la posición de las asignaturas en la formación de los estudiantes bachilleres.
Al iniciar las actividades en línea, el también integrante del Seminario Central de Formación de Profesores en las Asignaturas de Filosofía del CCH, planteó a los participantes comentar, desde su experiencia en el aula, cómo generar propuestas de enseñanza, cómo entender lo establecido en los planes de estudio y de qué manera se pueden articular las temáticas, entre otras cuestiones.
“La filosofía no es sólo aquello que están escribiendo los doctores en los institutos, en las universidades, es algo común a todos los seres humanos, diría Aristóteles, en la Metafísica, que rige a todos los seres humanos por naturaleza; el deseo de conocimiento es filosofía, es decir, arranca de la vida cotidiana”, explicó.
Y en cuanto a los beneficios que otorga a los estudiantes. No importa si serán médicos, dentistas, abogados o futbolistas, siempre dará cuenta de las cosas, señaló el académico.
Además, dijo, la filosofía siempre contribuye al pensamiento crítico, a propiciar habilidades, como asumir actitudes morales, de respeto y convivencia, argumentación, diálogo; pero ¿en qué medida contribuyen las asignaturas para alcanzar este objetivo?, ¿los jóvenes se preguntan el sentido de haber tenido esta materia?, ¿por qué está en riesgo de ser eliminada de los planes de estudio?, ¿es necesario para ser docente de Filosofía tener el perfil en docencia?, les preguntó.
En el ejercicio de diálogo, Piñón Cuenca leyó el comentario de la maestra Ana Claudia Orozco, quien señaló que el estudio de la filosofía es de tal relevancia que requiere de atención especial dentro de la formación básica del nivel medio superior, pues es una disciplina que acompañará al estudiante durante toda su vida.
Como docentes del Área Histórico-Social, les interesa enfocar la utilidad de la filosofía para la vida y cómo se integran las actividades de la vida cotidiana dentro del individuo. Se filosofa en el mundo con aquello que nos rodea, de manera inevitable forma parte de la reflexión sobre nuestro estar en el mundo.
La primera sesión transcurrió con un acercamiento a las distintas cuestiones que atañen a la enseñanza de dicha disciplina, mismas que se profundizarán en las siguientes nueve reuniones de trabajo.
