En el entendido de que el consumo de drogas puede afectar a cualquiera sin importar su estrato socioeconómico, religión o creencias, la psicóloga Paola Maldonado ofreció un decálogo de recomendaciones para apoyar a los padres de familia a prevenir ese problema desde casa, entre ellas, poner el ejemplo, tener límites y educar en valores.
Durante su participación en la quinta sesión del curso-taller para padres de familia Caminando juntos por el CCH, que coordina el Departamento de Psicopedagogía del plantel, Maldonado habló de la necesidad de poner el ejemplo, ya que los padres son el principal modelo a seguir de los hijos, sobre todo en sus primeros años.
Como parte de su decálogo, la egresada de la FES Iztacala con una especialidad en Intervención preventiva en adicciones y maestra en el estudio de las adicciones, agregó el establecimiento de reglas claras, límites, tener claro que debe haber una contención y que rebasarla tendrá consecuencias o riesgos; en este sentido, “es fundamental ser congruentes entre lo que se dice y lo que se hace”.
La psicóloga clínica en la Unidad de Especialidades Médicas Centro de Atención Primaria a las Adicciones (CAPA), en Tlalnepantla, también recomendó conocer las amistades de los hijos, pues “no hay que perder de vista que los adolescentes están buscando identidad y conocer con quien tienen contacto nos da un referente, aunque hay que tener cuidado de no hacer juicios de valor, respetar y confiar en sus decisiones”.
Educarlos con valores positivos como la solidaridad, la comunicación, ser empáticos, sensibles, respetuosos, propositivos. Además de motivarlos a tener amistades positivas, “no se trata de prohibir, pero sí de aconsejarlos y darles opciones saludables para pasar su tiempo libre”, fueron otros puntos.
Saber escucharlos, sin castigos, regaños o prejuicios; generarles confianza para que sea uno a quien recurran cuando tengan problemas; fortalecer su autoestima y que se valoren por quiénes, son otras sugerencias
Es necesario hablarles de las drogas, pero no desde el regaño, sino a partir de lo que puede ocurrir a corto, mediano y largo plazos si tienen contacto con ellas; explicarles el daño que le pueden provocar a su organismo; enseñarlos a que están en su derecho a decir no y promover actividades sanas.
