Para el tema de la bondad existen varias interpretaciones. Entre los filósofos griegos de la antigüedad se fundamentan concepciones de lo que es un ciudadano de bien, este es un tema transversal del Área Histórico-Social.
Para Sócrates, el buen ciudadano es aquel individuo que cuida su alma para que sea virtuosa y la virtud requiere del autoconocimiento; es una reflexión de mi ser, de mis valores, del significado de lo que tiene para mí la existencia, de lo que significa para mí la verdad existencial, la amistad, el amor.
Estos temas, que constituyen el sentido más sólido del ser humano, requieren de un cuidado materno, ya que es un cuidado muy preciso y precioso; depende de muchos detalles, es delicado, lo cual solo puede llevarlo a cabo la madre en el hogar.
El símbolo de la maternidad es la Madre Tierra que siempre está dando frutos. Es el símbolo arcaico de madre, que también queda simbolizado por el cultivo. Cultivo significa que voy cuidando las semillas para que lleguen a dar hojas, flores y frutos.
En el mismo sentido, un individuo que ha sido cultivado por el cuidado de la madre en el hogar será un ser humano de bien que ofrecerá como una dádiva, sus flores, sus frutos y es el significado profundo de buen ciudadano. Esta idea que parece ser utópica es solo el resultado práctico, del cuidado ético en el hogar.
Entonces, ¿cómo llegar a construir ese buen ciudadano, con madres conscientes, amorosas, que hayan elegido la maternidad?
La elección de la maternidad es el sentido más poderoso de una ciudad, ya que una mujer que elige ser madre, por convicción, por amor y hasta por vocación, es el mejor aporte a una ciudad.
Sin embargo, tienen que ser mujeres con un desarrollo espiritual, con cultura y mucha satisfacción personal para superar a la madre tradicional, que no eligió conscientemente ser madre, sino que lo hizo por tradición y desarrolló muchas zonas de frustración; posiblemente dio amor, pero a base de negarse a sí misma, paradoja que en la actualidad se quiere superar yendo a la oficina y a un empleo.
En los países nórdicos como Noruega, donde existe mayor aceptación de la perspectiva de género y programas sociales que la integran, hay un mayor número de mujeres profesionistas que quieren dedicarse a ser madres.
¿Qué significa construir el mundo en el futuro? Se realiza por la aportación de seres excepcionales y no por perfectos, sino porque fueron niños amados desde el vientre materno, apoyados por una paternidad consciente.
Es muy difícil pensar que una madre multitarea pueda tener el tiempo de calidad y amorosa atención y cultivo de la virtud de su hijo. Ya sabemos la gran presión que ejercen oficinas y empresas a sus empleados, pues incluso llega a niveles extremos de exigencia productivista.
Pensando un mundo mejor en el que los trabajos no tuviesen esas exigencias de producción acelerada, se requieren mentes extraordinarias y espíritus amables para crear nuevas empresas, así como madres libres para construir un mundo más amable, no basta con querer ser madre a veces solo por instinto.
El trabajo materno asistido por un familiar o por la pareja es la base de una buena sociedad, ya que la labor maternal requiere tiempo completo y para ser de calidad, la madre no puede repetir el rol de la madre tradicional de ser “esclava” del hogar.
¿Cómo superar ese rol doméstico?
Creo que siendo una mujer libre, autónoma y amorosa, con un espíritu superior porque realiza su labor empleando toda su energía creativa, teniendo una actividad alternativa que no implique tampoco esclavitud de un empleo.
Como es sumamente difícil conseguir estas cualidades, hemos de esperar o construir estos espacios de manera paulatina, que cada mujer genere cambios de calidad en su entorno y crear pequeños ámbitos de cualidades. Mientras, creo, las mujeres pueden esperar a tiempos excelente para ser madres y no actuar por instinto.
También existe el tema de que en las oficinas, la política y las industrias se requieren seres humanos de bien, pero un ser humano bueno se educa en el interior del hogar y con buenas escuelas.
Necesitamos políticos, industriales, profesionistas y empresarios que sean buenas personas y aunque suena cursi, pensemos que para que un industrial no prefiera ganancias extremas por sus productos, necesita ser un buen ser humano.
Lo anterior requiere de un corazón moral forjado en un hogar cálido por padres amorosos. Esto no solo significa el papel tradicional de ser padre sacrificado por amor, se requiere elevar este estado de sacrificio, por padres que cultivan un ser humano con sumo amor, con espiritualidad, creando cuerpos de sol, es decir, que se alimenten con productos de la Madre Tierra que dependen del sol.
Y no es utopía, significa que se cuida el alimento de los hijos que requiere tiempo, delicada actitud, pues es necesario ofrecer un pan hecho en casa, con masa madre, horneado en el hogar, para que la masa del pan no tenga aditivos químicos.
Es necesario alimentarse de granos como el frijol, lenteja, requiere remojar por 48 horas en agua. Se necesita cocinar las verduras a fuego lento y dejar reposar la comida; se requiere hacer la comida con amor, con tiempo, con alegría.
Cambios de calidad son posibles en almas conscientes con un profundo amor por los hijos, que no sea sinónimo de sacrificio y abnegación. Se han de crear innovaciones en un nuevo sentido consciente de maternidad amorosa y genuina.