Diego Flores, Emory Wen Lietz y Caroline Kimble

Les dan la bienvenida

Apoyar las clases y motivar a chicos de tres planteles, entre sus tareas

Les dan la bienvenida
Apoyar las clases y motivar a chicos de tres planteles, entre sus tareas

Caroline Kimble, de 22 años, procedente de Vermont; Emory Wen Lietz, con 22 años y residente en Wisconsin, y Diego Flores, de 21 años, de padres mexicanos pero radicado en Los Ángeles, son los tres nuevos asistentes de inglés que brindarán apoyo en los planteles Azcapotzalco, Naucalpan y Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Acompañados por sus respectivos tutores y por el asistente de la jefatura de Inglés y profesor del plantel Vallejo, Gabriel Iturralde, realizaron una breve visita a las instalaciones de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades para presentarse con su director general, Benjamín Barajas Sánchez, quien les dio la bienvenida.

Los profesores de inglés Luis Daniel González y David Tomás Flores recordaron que el objetivo de esta estancia es apoyar las clases de inglés y motivar a los alumnos para que continúen aprendiendo el idioma, también realizarán cursos para maestros y apoyarán en las mediatecas para hacer clubes de conversación, talleres de pronunciación y actividades lúdicas.

Acompañarán a estudiantes de todos los semestres de ambos turnos, de tal forma que se apoye a la mayoría o a la totalidad del alumnado, de septiembre a mayo del 2023, prácticamente todo el ciclo escolar.

La maestra Belem Torres Romero, del plantel Oriente, resaltó que la convocatoria y el proceso para que vinieran los jóvenes lo inició la profesora Araceli Mejía Olguín, encargada del Departamento de Inglés, ya que “uno de los propósitos es que aprendamos de su cultura y de nuestras diferencias; hemos tenido muy buenas experiencias, porque nuestros alumnos reaccionan muy bien con ellos, siempre participan, se esfuerzan por comunicarse y como son jóvenes, se identifican con ellos”.

Torres Romero es la tutora de Caroline, quien estudió Psicología y Español en Chicago, nunca en el extranjero por el Covid-19; aún no conoce a los estudiantes, pero ya utilizó el Metrobús y el Metro (de la estación Eugenia a Copilco).

“El Metro fue divertido porque soy del norte de Estados Unidos y he tomado el Metro de Nueva York y es mucho más complicado, esto fue fácil, me gustó mucho; estoy emocionada de parar en todas las estaciones. Tengo esperanza de crear relaciones con los estudiantes y maestros, porque quiero aprender a mejorar mi español, a cocinar, a bailar, a ser parte de la comunidad”.

Luis Daniel González Espejel, de Azcapotzalco, orientará a Emory, quien también se dijo entusiasmado de haber utilizado el Metrobús, el cual le pareció muy saturado. “Mi experiencia en este transporte fue un poco cómica, porque no sabía que había dos rutas, una que paró a la mitad del camino y todos se bajaron, y la otra que solamente yo utilicé, me quedé solo en el Metrobús, llegué tarde a mi primer día de escuela, pero mi tutor lo entendió, me ha parecido una ciudad muy linda”, compartió.

Al platicar sobre el CCH, Emory señaló que le sorprendió que fuera más grande que su preparatoria, donde sólo hay mil estudiantes: “Esto parece más una Universidad de Estados Unidos que una prepa, estoy emocionado de estar aquí, practicar mi español y mejorarlo; de aprender con mis estudiantes y tener intercambios de idiomas, lo he estudiado por 15 años, pero nunca había viajado a países hispanoparlantes. Me especialicé en las ciencias, la tecnología y la sociedad, en un programa integral en Indianápolis”. Los cecehacheros le han parecido entusiastas, estudiosos, muy amables y hospitalarios.

David Tomás Flores García, de Naucalpan, asistirá a Diego, cuya inquietud de venir a México “fue conocer parte del país que cuenta con una extensa variedad de cultura y comida. Mi primera impresión es que la ciudad parece caótica, lo pude ver al llegar, pero quiero conectarme con estudiantes nobles, emocionados por aprender, también quise venir para conectar con una cultura educativa diferente a la de Estados Unidos”.

Diego estudió la licenciatura de Ciencias Políticas en un municipio llamado Clermont, señaló que su experiencia al viajar en Metrobús y el Metro fue como le habían platicado sus papás: la Ciudad de México es hermosa, pero caótica, muy transitada, con mucho tráfico.

“Les preocupó mi viaje porque Los Ángeles es grande, pero no se comparan sus tres millones con los ocho millones de la CDMX, además de los 20 millones del área conurbada. Pero las ciudades grandes me encantan y también sus transportes públicos, me ha gustado mucho que es muy fácil transbordar a otra línea, porque es una oportunidad para explorar la Ciudad”. 

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