Marie Laurent, mejor conocida como Madame Pasteur, fue la esposa, científica y compañera de trabajo del químico y bacteriólogo Louis Pasteur, quien dedicó su vida a apoyarlo en sus principales trabajos de investigación, indicaron Gabriela Frías Villegas, del Instituto de Investigaciones Filosóficas; y Alejandro Heredia Barbero, del Instituto de Ciencias Nucleares, de la UNAM.
Al impartir la conferencia “Marie Laurent: Colaboradora Invisible de Louis Pasteur”, en el Siladin del plantel Vallejo, los investigadores se pronunciaron por promover “una ciencia diversa, inclusiva, multicultural y plural, donde se respeten los derechos humanos”.
Durante la presentación, expusieron el caso de Marie Laurent, quien quedó invisibilizada en el trabajo de investigación y redacción de artículos científicos que realizó junto con su esposo, Louis Pasteur, en una época donde a las mujeres no se les permitía una formación académica formal.
Sin embargo, ella logró desarrollarse en el ámbito de la investigación, porque desde niña acompañaba a su padre, quien era profesor de física y química, así como rector de la Academia de Estrasburgo, en Francia, donde impartía sus clases. Por ese motivo, logró hacerse de una formación sólida en el entendimiento científico, explicaron.
Reconocen contribuciones
Al conocer este caso y el de otras mujeres que fueron ocultadas en la historia de la ciencia, los especialistas consideraron importante avanzar en el terreno para que sus contribuciones sean reconocidas, ya que “todas las violencias, en cualquier ámbito, son inaceptables y una forma de violencia es ocultando el trabajo de las mujeres”.
Por lo anterior, indicaron como indispensable “visibilizar a las mujeres científicas porque crean espacios libres de violencias para que las niñas, las jóvenes y las mujeres puedan tener acceso a la ciencia”.
Asimismo, comentaron que “hay que presentar a las niñas las historias de las mujeres científicas para crear vocaciones, pero, sobre todo, porque hay que reescribir la historia de la ciencia, que no puede ser sólo una donde aparece la mitad de la humanidad”.
Aunado a ello, exhortaron a acabar con los sesgos de género, “porque a partir de los seis años, las niñas piensan que son menos capaces para la ciencia que los niños”.
En este punto, los investigadores pidieron erradicar los techos de cristal y las violencias en la edificación de la ciencia, pues impiden el avance de las mujeres científicas. Además, en el mercado laboral, en general, el estado civil y el número de hijos tiene mayor peso en la trayectoria profesional de las mujeres que en la de los hombres, explicaron.
Como muestra, Frías Villegas y Heredia Barbero resumieron que de 222 ganadores del Premio Nobel de Física, sólo cuatro son mujeres; de las 60 personas que han obtenido la Medalla Fields, únicamente se han entregado dos a mujeres y en el mundo sólo 35 por ciento de los profesionistas en áreas científicas son mujeres.
Por lo anterior, econsideraron importante que las mujeres tengan acceso a la ciencia y al reconocimiento por el trabajo científico, pues es un derecho de todas y todos preservado en varias declaraciones internacionales.
