La obra El amigo secreto, de la gran dramaturga mexicana Luisa Josefina Hernández, protagonizó el ciclo ¡Viernes, teatro, acción!, que se transmite cada 15 días a través de la página de Facebook del CCH.
Algunos alumnos hicieron esta lectura dramatizada, bajo la coordinación de los profesores Olivia Barrera y Juan Alberto Alejos, quien hizo una sinopsis de la trama: una profesora de literatura llega a su casa y encuentra en la sala a un hombre desconocido y herido. “Durante el relato vamos a descubrir que es un conductor de autobús que empieza a desarrollar un conflicto, con una peculiaridad: repentinamente baja un espíritu que se posesiona de su cuerpo y entonces tenemos a dos personajes realizados por un mismo actor”.
Este espíritu es sabio, dijo Alejos, “y puede evocar una especie de conciencia que va a guiar los pasos de este conductor y también, a partir de este momento, la vida de María Elena, la protagonista. Un asunto importante es la capacidad de la autora para escuchar y reproducir el diálogo. Lo hace con una limpieza pocas veces vista en textos dramáticos escritos en español”.
Y en esta ocasión, destacó el docente, “estamos ante un escrito en el que el diálogo forma parte de uno de los recursos que van a expresar el carácter de los personajes y la circunstancia en que se encuentran va a reflejar todo el conflicto; este texto es muy distinto a lo que se conoce de Luisa Josefina Hernández”.
Hace poco, agregó, la Compañía Nacional de Teatro montó un ciclo de sus obras, entre ellas, Los grandes muertos, en la que se puede apreciar “un tono y estilo que se refieren a un tipo de teatro más serio. En este caso, vemos otra faceta de la escritora, muchísimo más hilarante, con una peculiar visión de los personajes”.
La narradora abre la historia: “María Elena, de 30 años, nada fea, nerviosa, pero generosa en cuanto se lo permite su carácter, quizá en algún momento fue exigente, ahora lo es menos. Jairo Macías, rubio o moreno, con cierto atractivo cuando no está impaciente, de mal humor, con modos de hablar, pensar y actuar típicos de la clase obrera mexicana; su característica principal a estas alturas es la resignación con su vida, su ambiente y su trabajo. Ella podría cambiar, él ni siquiera lo intenta. México, Distrito Federal, 1989, el departamento se encuentra en la colonia Condesa”.
A través de un lenguaje coloquial y fluido, las voces de los estudiantes atrapan la atención del público. Durante su actuación nos enteramos de más detalles: el conductor se escapó de la Cruz Roja, porque lo pueden culpar de perder su unidad, pero fue asaltado y golpeado. El espíritu se llama Toro Sentado, perseguido y asesinado por ingleses.
María Elena fue interpretada por Gaby Trejo y Jairo Macías fue representado por Augusto Martínez, ambos del plantel Vallejo. La narradora fue Daniela Gutiérrez, del Sur.
Al finalizar la lectura dramatizada, Gaby Trejo comentó sus impresiones respecto a pasar de la lectura al ensayo: “Cuando leía sola, lo sentí muy plano, sin sentido, pero al hacerlo en equipo se estructura todo y va quedando”.
Por su parte, Augusto Martínez dijo que “desde la lectura inicia la magia, pero cuando se realiza en grupo se notan intenciones que no habías captado al sólo leerlo; entonces puedes interpretarlo de mejor forma y te diviertes”.
Asimismo, afirmó que la construcción de los dos personajes que interpretó fue todo un reto: “El proceso ha sido un poco pesado, porque cambiar de una personalidad a otra es muy desgastante, pero a la vez fue agradable interpretarlas”.
Gaby Trejo, por su parte, señaló que le fue difícil. Aunque ya había participado en otras obras, aclaró, lo hizo en papeles cómicos. “Costó trabajo interpretar a una mujer tan nerviosa, pero hice lo mejor que pude”.
