La fantástica musa de Perogrullo, de Keshava Quintanar

La fantástica musa de Perogrullo, de Keshava Quintanar

“La didáctica del ensayo literario es un gran reto”

La fantástica musa de Perogrullo, de Keshava Quintanar
“La didáctica del ensayo literario es un gran reto”

Escribir es un gran ejercicio para adentrarnos en nosotros mismos y abrir espacios de imaginación, de creación y compartirlos en nuestros salones de clase, así lo resaltó Keshava Quintanar Cano, académico del plantel Naucalpan y autor de La fantástica musa de Perogrullo. Ultramarinos sobre cine, música y literatura.

El especialista en Literatura Mexicana del siglo XX compartió que el reciente libro, que forma parte de la colección Ensayos sobre Ciencias y Humanidades, del CCH, es una compilación de textos que escribió de 2008 a 2018. “Es una inmersión a mis grandes y abrasivas pasiones: la música, la literatura, el cine y la docencia. Un Ten year challenge de colaboraciones en las revistas Fanátika, Ritmo, Pulso Académico, Poiética y Fancine, todas del plantel Naucalpan; así como en Fantasiofrenia, del plantel Vallejo”.

Quintanar Cano menciona que buscó que se integraran como una familia, que estuvieran en su nuevo hogar. “Las ciencias y las humanidades abrevan de la misma creatividad que la investigación, de la imaginación. Me encanta el Colegio porque nos permite ser libres en la elección de temas, en el tratamiento y en la forma que los abordamos y problematizamos”.

“Me gusta la idea de que son textos con cierto humor, con diferente grado de profundidad, son reflexiones, críticas; es como una charla de café que invita a la escritura y la lectura”. Además, abarca temas que pueden rescatarse para trabajarlos en clase con los chicos o los colegas, al revisar algún aprendizaje; se incluyen recomendaciones sobre películas, libros u obras de teatro.

Al explicar el motivo del título, recordó la frase “como ya dijo Perogrullo”, que es una referencia muy divertida en el ámbito académico. “Para mí representa la lucha contra todo lo que el mundo sabe. Perogrullo tiene una musa que lo ayuda a escribir, a salirse de sí mismo, y encontrar algo inédito que nadie había pensado. Un camino nuevo. A esa musa le quiero agradecer, es fantástica. No aparece en lo cotidiano, sino de pronto en algún resquicio aparece e ilumina todo”.

La iniciativa, explicó, se suma al desafío que se tiene en el Colegio, y de manera personal, de animar, contagiar, sonsacar a las y los alumnos para que lean y escriban. Además, que el profesor tiene que ser el primero en animarse; también sirve de contagio, el proceso es tan hermoso y transformador en uno mismo, se irradia en la clase, genera espacios de mucha libertad, de creación en donde los chicos también se descubren a sí mismos.

El autor de Treinta y tres tornillos en plenaria. Cuentos y ensayos consideró que la didáctica del ensayo literario es un gran reto porque implica que el profesor que enseñe y quiera contagiar la escritura de ensayos literarios tiene que escribir ensayos literarios. El profesor tiene que ir adelante y enseñar sus textos, sus creaciones a sus alumnos, tener nivel, sentimiento y emoción. El chico tiene que ver a su maestro en acción.

“El ensayo es un género hermoso, muy disfrutable, irónico, muy divertido, trabaja mucho con la inteligencia del lector, sus referencias, gustos, emociones, y la idea es que en la clase podamos practicar y que los chicos se vayan acostumbrado a escribir y soltar la pluma, y que después de un rato le encuentren no sólo el gusto, sino también el método de cómo escribirlos y eso les ayude en su vida personal y profesional”, indicó.

El también autor de Los sórdidos aleteos de la cigarra. Cuentos para embalsamar insectos compartió que la alumna Aimée Danae Hernández Serrano escribió la presentación del libro, ella y otros estudiantes participaron en un Taller de Creación Literaria en línea, durante la pandemia; dos estudiantes destacaron, una de ellas escribe sobre feminismo y Aimée se enfocó a la poesía, literatura y reseñas.

Con este ejercicio, señaló, se buscó motivarla para que se convierta en escritora, y que desde ahora vea que tiene el potencial y los espacios. Agregó que está orgulloso del libro, que da cuenta real de la formación de escritores y eso le alegra.

Una constante, dijo, es la idea de formar escritores, de crearles espacios. “Se trata de ver la escritura como un proceso natural como el agua, donde todos nos sumergimos en la escritura y no hay niveles, no hay gradaciones, vernos en este tiempo que compartimos”.

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