Ceniza del Popo llegaría a CdMx en junio y julio

Priorizan la prevención

Su actividad no ha variado en los últimos 27 años

Priorizan la prevención
Su actividad no ha variado en los últimos 27 años

Ante el incremento de la actividad volcánica que el Popocatépetl ha registrado en los últimos días, el Comité Científico Asesor del Volcán del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) dio a conocer que durante los próximos meses continuarán las emisiones de ceniza, por lo que en junio y julio podrían llegar a la Ciudad de México.

Asimismo, el comité consideró importante mantener medidas de precaución por parte de la población, pues recordó que debido a las constantes expulsiones de ceniza, gas y magma actualmente el semáforo de alerta pasó a Amarillo Fase 3.

En conferencia de prensa en el Auditorio Tlayolotl del Instituto de Geofísica (IGEF), Robin Campion, investigador del Departamento de Vulcanología de la UNAM, reveló que la actividad del coloso ubicado entre Puebla y el Estado de México registra un incremento de actividad, no obstante, no se alcanzan los niveles que se reportaron entre 2012 y 2013.

En su intervención, el director del IGEF, José Luis Macías Vázquez, comentó que el magma arrojado por el volcán es juvenil, por lo que es “muy caliente y rico en gases; es el motor de las erupciones”, lo cual provoca su actividad actual, es decir, fragmentación, producción de ceniza y erupción.

Además, Ana Lillian Martin del Pozzo, investigadora del departamento de Vulcanología del IGEF, resaltó que en la temporada de junio y julio los vientos se dirigen hacia la Ciudad de México, lo cual provocaría que llegue ceniza a esta región del país y la población sentiría sus efectos.

“Parte de lo que tenemos que manejar es la cuestión de salud, que es muy importante, porque luego hay problemas bastante fuertes que ya hemos estudiado. No queremos que nadie se enferme, y apostamos más por una cultura de prevención”, subrayó.

En ese sentido, Carlos Gutiérrez Martínez, director de investigación del Cenapred, reveló que debido a esta alerta se implementaron medidas de protección para la población más vulnerable por su cercanía al volcán.

Para ello, se habilitaron albergues y se mantienen en revisión las rutas de evacuación, sin embargo, continuarán los trabajos de apoyo en caso de una emergencia volcánica y la emisión de alertas pertinentes para los sistemas de navegación aérea.

“A lo largo de esa historia ha habido episodios con manifestaciones mucho más acentuadas. Sin minimizar el periodo actual, lo que estamos viendo en términos geológicos es algo pequeño, pues en el pasado lejano se han registrado episodios en el volcán y se destruye parcialmente su cono”, dijo.

 

Seguirán eventos eruptivos

Servando de la Cruz Reyna, investigador del IGEF, comentó que pese a la alerta que despierta la actual actividad del volcán, este no será el último evento eruptivo de Don Goyo.

Comentó que desde 1996 se han observado 86 domos que crecen en la boca del volcán y se destruyen con explosiones, actividad que no ha variado en los últimos 27 años.

“Ha tenido variedad de erupciones y lo interesante es concebirlo como una especie de máquina que acumula energía, libera una buena parte de ella y empieza otra vez como un ciclo. La actividad actual es de un periodo menor y fácil de gestionar por el volcán”, precisó.

El investigador Carlos Valdés González resaltó que en México se han detectado más de 2 mil volcanes, de los cuales 48 son activos o son potencialmente activos.

Asimismo, precisó que hasta 60 por ciento de la población radica en suelos que, en el pasado, recibieron los efectos de los volcanes, por lo que se trata de terrenos muy fértiles.

“Hay que ver a los volcanes no como un elemento que causa daños y preocupación. Ahora con el Popocatépetl, toda la zona de Puebla es una región muy fértil debido a que existe el material para los suelos (…) el acuífero de Puebla se debe también al volcán. Debemos aprender a convivir con ellos y a respetarlos”, destacó.

 

Emiten recomendaciones

Ante este incremento de emisiones de ceniza, los especialistas consideraron vital que los pobladores utilicen cubrebocas para evitar respirar dicho mineral, así como no frotarse los ojos y usar lentes; además, pidieron recoger este material y evitar rociarle agua, ya que se puede formar una masa que podría tapar las coladeras.

Los expertos sugirieron barrer la ceniza ya que se trata de un material pesado, además de utilizar sombrero, tapar contenedores de agua, puertas y ventanas; asimismo, recomendaron no manejar ni activar los limpiaparabrisas de los automóviles.

Mientras, para los pobladores asentados a las faldas del volcán o que están a menos de un radio de 20 kilómetros, los especialistas pidieron no caminar cerca de laderas, en especial, cuando llueve “porque suelen formarse lahares, corrientes de agua con una gran cantidad de ceniza, que arrastra objetos a su paso”.

Por último, rechazaron que la actividad volcánica tenga relación con los sismos de los últimos meses, sin embargo, consideraron importante tener más magnetómetros, cámaras térmicas de mayor resolución, entre otros instrumentos.

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