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Resaltan formación crítica y conciencia social

Arranca el ciclo de charlas virtuales Viaje en la memoria

Resaltan formación crítica y conciencia social
Arranca el ciclo de charlas virtuales Viaje en la memoria

“La mejor realización de esta institución se encuentra en el desarrollo, la voz y la obra de sus egresados y egresadas, y ante esto el Colegio se siente muy orgulloso y honrado”, afirmó Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, ante Irma Eréndira Sandoval, Georgina Araceli Torres y José Nabor Cruz, egresados destacados del CCH, durante la mesa inaugural, en línea, del ciclo Viaje en la memoria a 50 años de la creación del CCH.

“El Colegio  celebra la trayectoria escolar de sus jóvenes estudiantes, quienes en nuestras aulas, laboratorios y espacios comunitarios pasaron de la adolescencia a la primera juventud, y aprendieron a aprender a hacer en un ambiente de libertad y responsabilidad que fue esencial para el logro de sus proyectos académicos”, subrayó el funcionario universitario.

La formación crítica basada en el conocimiento, el compromiso de situarse como agentes de cambio y un alto sentido de conciencia social, son algunas de las características que les fueron inculcadas a los exalumnos, quienes recordaron su paso por la institución durante las décadas de los años ochenta y noventa del siglo pasado.

 

Nos cambió la vida

El Colegio les transmitió una curiosidad transformadora que se alimentó de la guía de profesores, de la lectura de libros y de la participación social, como aseguró Sandoval, secretaria de la Función Pública del Gobierno de México. “Mi paso por el CCH me ayudó a descubrir que lo que quería era luchar por la igualdad, me transformó en otra persona, y me dio las herramientas para analizar y tener una visión crítica del neoliberalismo”.

Y agregó: “El Colegio posee un modelo educativo muy revolucionario, que fue y sigue funcionando; un modelo abierto no sólo a educar de forma diferente sino a ayudar a que la juventud se defina y se autodefina en estos momentos históricos importantes. Me ayudó a descubrir en lo que quería comprometerme en mi vida, es decir, a la lucha por la justicia social, por la igualdad, la libertad y la creatividad. Aquí también forjé grandes amistades, admiraciones que sigo manteniendo de lecturas, de maestros y colegas”.

Para Georgina Torres, directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM, en el CCH aprendió a escuchar al otro, “a tener tolerancia, a defender las ideas propias y a comprender los diferentes contextos en que se mueve el país e ir forjando una visión crítica”.

Los profesores de Historia, recuerda, les inculcaban la crítica como condición de vida y el debate era muy rico. “Debatíamos por cuestiones políticas, económicas y sociales. Confluíamos personas de escasos recursos y nos preguntábamos qué habíamos de mejorar en el país; entre todos discutíamos. Además, fue muy enriquecedora la lectura de los diarios, era situarnos en el momento social y entender al otro”.

En tanto, José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, recordó las asambleas previas a la huelga de 1999, la defensa de la gratuidad de la educación y la amplia participación, una lucha que permitió que más generaciones tuvieran la oportunidad de tener acceso a instituciones como el Colegio, consideró.

“El CCH cumplió a cabalidad mis expectativas. Desde las primeras clases se distinguían toques innovadores, no sólo era hacer una lectura sino un análisis de los mensajes de los textos. Me impactó mucho”, apuntó.

La primera mesa fue moderada por Walter Arellano, egresado del plantel Sur y académico de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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