Los Embajadores de la Salud Emocional llegaron al plantel Azcapotzalco con el objetivo de hablar con los estudiantes sobre temas de vital importancia para el actual contexto, entre ellos, la prevención y detección oportuna de situaciones de riesgo que perjudiquen su bienestar físico, mental y emocional.
Miguel Ángel Caballero Gutiérrez, del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, abordó el tema de “Violencia escolar y malestar emocional”, en el cual enfatizó la importancia de comprender la relación entre estos dos fenómenos, “principalmente para no sobredimensionarlos, pero tampoco minimizar sus efectos”.
El especialista señaló que la noción actual de violencia escolar ha adquirido un sentido amplio, ya que “abarca la violencia física, incluido el castigo corporal; la violencia psicológica, como el abuso verbal. También la violencia sexual, como la violación y el acoso; y la intimidación o bullying, donde entra la intimidación cibernética, manifestaciones que pueden ser perpetradas o experimentadas por estudiantes, maestros o personal escolar”.
Tras explicar este contexto, Caballero Gutiérrez destacó la problemática del acoso escolar o bullying, sobre la que dijo: “es una forma de violencia o agresión que sucede entre un grupo de pares”.
Asimismo, comentó que el bullying es una forma de conducta agresiva con tres características específicas: intencionalidad, relación de poder asimétrica y conducta repetitiva, sin embargo, existe polémica sobre estos tres puntos, ya que una acción que no tiene la intención de causar daño puede ser interpretada como agresión.
“La repetición no es necesaria, ya que un solo incidente puede causar daño. Además, la idea de desequilibrio de poder entre la víctima y el agresor no siempre es clara; la noción de grupo de pares es relativa si pensamos en la diferencia de edad entre escolares”, expuso.
En cuanto al malestar emocional, el maestro en Psicología por la UNAM e investigador en Ciencias Médicas precisó que la salud mental significa el ser capaces de relacionarse, desenvolverse y afrontar dificultades.
“Las consecuencias de la violencia escolar sobre la salud no son automáticas, es decir, no todos los estudiantes que llegan a sufrir violencia escolar presentan, necesariamente, afectaciones en su salud; dichos daños están en relación con diversas circunstancias y factores que median el impacto en los sujetos”, aclaró.
Por último, dijo que como consecuencia de la violencia escolar se pueden problemas psicosomáticos, síntomas de ansiedad y depresión, una baja autoestima y bienestar emocional, así como autolesiones físicas leves o severas, incluso accidentes, homicidios o suicidio, por lo que recomendó a los jóvenes prevenir la violencia y buscar apoyo en caso de enfrentar esta situación.
