Laboratorista destacado

Realiza su trabajo como laboratorista con el mismo gusto y entusiasmo que hace 51 años.

Realiza su trabajo como laboratorista con el mismo gusto y entusiasmo que hace 51 años.

Era abril de 1972, cuando el señor Felipe Estrada Damián de apenas 20 años pisó por primera vez el plantel Vallejo, y aún recuerda el día y la hora en la que llegó al lugar que se convertiría en su segunda casa durante más de 51 años, “entré un sábado 22 de abril a las 14:00 horas, con un poco de dificultad porque no había un servicio de transporte constante por aquí”, mencionó. 

Pero no sólo conoce Vallejo como trabajador, sino también como alumno, ya que, al entrar como auxiliar de intendencia, decidió presentar su examen de ingreso, por lo que aquí realizó su bachillerato. Posteriormente, tuvo la oportunidad de estudiar en la ENEP (Escuela Nacional de Estudios Profesionales) Zaragoza, aunque tuvo que interrumpir su formación por temas de salud.  

Su asenso como laboratorista fue pronto, “salió la convocatoria para capacitarnos, fueron más o menos dos meses, después de eso me adjudicaron un laboratorio, el primero fue el 5 de Biología”, añadió. Todavía rememora con cariño a los profesores con los que trabajó desde el inicio, con los que aprendió y ganó experiencia, “había un gran compañerismo” comentó. 

El paisaje ha cambiado mucho y el plantel ha crecido, cuestión de la que el señor Felipe ha sido testigo, “alrededor del plantel había llanos, no estaba la central camionera, ni la zona de hospitales y sólo se había construido del edificio A al edificio O. También pude participar un poco en la forestación, las jacarandas que tenemos ahora tienen historia”, agregó. Ha visto la edificación de varios edificios, el cambio de cuatro a dos turnos y tiene innumerables anécdotas. 

En la UNAM y el CCH Vallejo he pasado la mayor parte de mi vida, me ha formado, aquí tengo un trabajo que me permitió tener una bella familia, además he conformado amistades con trabajadores, académicos y autoridades. Tengo la fortuna de ser constante en mi trabajo, mi esfuerzo es la manera de agradecerlo.  

El laboratorista Felipe Estrada, tras 51 años de haber permanecido aquí, ha dejado una importante huella en la historia de Vallejo. 

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