Los lenguajes y escrituras son el eje temático del número 4 de Cecehachera. Revista Estudiantil, donde los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades permiten que el lector se asome a su mundo, sus inquietudes y sus preocupaciones.
La reciente edición posee impresionantes narraciones, una variedad de poemas e innumerables imágenes llenas de color, entre fotografías, diseños, pinturas y collages.
Los relatos abren con el escrito de Diana Suárez titulado “México Bárbaro”, en el que afirma que ser joven en México es ser bárbaro debido a la constante presión de encuadrar a la juventud en un modelo estándar.
En un pequeño espacio, la alumna también aborda el amor: “muchos crecimos en un mundo de fantasía donde el amor perfecto algún día aparecería como en las películas de Disney, con ideas románticas que aspiran a lo imposible. Lo cierto es que la juventud actual carece de responsabilidad afectiva. Nadie dice entenderla y ni los mismos jóvenes conocen sus sentimientos por estar enajenados en las redes sociales”.
Otros temas a los que también se refiere son la pornografía y cómo algunos jóvenes idealizan a los influencers, tiktokers, streamers o bloggers, “quienes imponen sus juicios sobre cómo deberíamos vivir, vestir, comer, llegando al absurdo. Esta generación creció con internet sin supervisión parental, simplemente cree lo que ve, sin cuestionárselo”.
En su colaboración, Alondra Cerón, alumna del plantel Oriente, expresa su gusto por Fahrenheit 451, novela de Ray Bradbury, “distópica e interesante, fuera de lo común y con un futuro incierto”. Además, habla de los personajes y cómo se identifica con algunos y a otros los desaprueba.
“En general, cautiva la novela, me hubiera gustado saber más de lo que sucede después, si la historia técnicamente se repite o cambia totalmente el modelo de la sociedad y si en este es igual o parecido a nuestra realidad”.
“Casandra, esto es el colmo”, es el título de un cuento lleno de enredos de la autoría de Mauricio Bazán Pillado, alumno del plantel Sur. El joven relata y describe los movimientos de su amiga Casandra, quien le platica de su encuentro con varias personas que se suponen han muerto, mientras su final se acerca.
Wendy Alexandra Hernández Reyes describe un encuentro casual con un anciano. En “Descubriendo el valor del tiempo”, la estudiante platica que Don Santiago les abrió la puerta a ella y dos amigos para experimentar un cambio trascendental en sus vidas.
El personaje compartió con ellos la leyenda de “La Relojería del Tiempo”, un lugar mágico donde se enseñaba el arte de equilibrar la búsqueda del éxito financiero con la realización personal.
El viaje los llevó a un mundo interior donde confrontaron sus propias ambiciones y anhelos, por lo que los amigos se dieron cuenta de que la verdadera riqueza no se encuentra solo en la acumulación de bienes materiales, sino en la apreciación profunda de los momentos presentes.
Inspirados, decidieron hacer cambios significativos en sus vidas. Redujeron las horas de trabajo, destinando tiempo a sus estudios y pasiones. Descubrieron que, al liberarse de la carrera desenfrenada por el dinero, se encontraron con la riqueza de experiencias y conexiones significativas.
El escrito “El lado más brillante del gris”, de David Rosas, relata el sentir de un alma atormentada durante años y que ha perdido el sentido de todo: “mi mundo se ha sumido en un interminable tono gris, incapaz de experimentar emociones como la felicidad, sorpresa o miedo. La imposibilidad de experimentar emociones positivas me sumió en una apatía abrumadora”.
El alumno del plantel Sur describe la desesperación del protagonista: “intenté buscar personas que me alegraran la vida; cuando me acerqué a otros, descubrí la crueldad del mundo. Pensé en un final, pero el miedo y la incertidumbre me frenaron”.
Al final, “creo que lo logré; después de dar el salto hacia lo desconocido, me encontré inmerso en un abismo silencioso. La oscuridad me rodeaba y por un instante sentí una sensación de vacío. En ese momento me invadió una calma inesperada. Entendí que la búsqueda de la felicidad no debería ser un escape de los desafíos de la vida, sino una aceptación y transformación de ellos”, relata.
Por último, “La tecnología de la mente” es un cuento muy creativo de Javier Ambriz, alumno del plantel Sur, en el que relata cómo el protagonista descubre el gran invento de su madre y lo concluye, hecho que lo involucra en una serie de peligros que lo llevarán a tomar una difícil decisión. “Ya´aburnee”, de Quetzalli Noguez, del plantel Sur, es un relato con matices de cuentos de hadas, completa la serie de narraciones.
