Bajo la premisa de que nociones como sexo y género deben evolucionar, el profesor de filosofía, Luis Fernando Vélez Rivera, pugnó por desechar las etiquetas que impiden el desarrollo de las personas para poder luchar por una sociedad sin violencia, donde haya igualdad dentro de las diferencias.
Al participar en la plática “El sexo social como categoría clave en la interacción entre sexo y género”, organizada por la Comisión Interna de Igualdad de Género (CInIG) de Oriente, el docente consideró que las teorías críticas del sexo-género no niegan los elementos naturales del cuerpo, sino que rechaza que éstos sean determinantes de la condición humana.
Recordó que la distinción entre estos conceptos es complicada. Sin embargo, la noción de sexo social brinda una nueva perspectiva que, más allá de la opresión y violencia contra la mujer, también proporciona herramientas para las luchas de la diversidad sexual.
El género, explicó, es una construcción social de las diferencias sexuales e involucra los roles sociales predeterminados que se adquieren y que son impuestos, pero que no se relacionan con el sexo biológico, es decir, con las características físicas. Este planteamiento permitió crear una estrategia política para cuestionar la dominación machista y se volvió un instrumento teórico para el feminismo.
Sin embargo, dichas teorías deben ampliarse para ser dotadas de capacidad operativa y lograr la emancipación de las mujeres, rebasando sus limitaciones conceptuales. De este modo, siguiendo a la filósofa Simone de Beauvoir, debemos preguntarnos qué nos hace ser hombres y mujeres, lo que nos permite profundizar en la concepción de género, así como construir la comprensión de otras preferencias más allá del binarismo.
Respecto a la noción de sexo, Vélez señaló que se vincula con categorías sociales donde históricamente se ha considerado a las mujeres como inferiores.En resumen, dijo, sexo y género son distintos, pero debemos analizarlos socialmente por ser construcciones sociales. Terminar esta visión permite la emancipación de la mujer, pero también defender la existencia y valor de la subjetividad trans.
