Perspectiva de género en Talleres de Comunicación

Perspectiva de género en Talleres de Comunicación

Educación inclusiva y cultura de la igualdad, otros temas analizados

Perspectiva de género en Talleres de Comunicación
Educación inclusiva y cultura de la igualdad, otros temas analizados

Elizabeth Hernández López, profesora del plantel Naucalpan, reconoció que fue un gran reto incorporar la perspectiva de género en los Talleres de Comunicación I y II en el marco de la pandemia, pues implicó pensar no sólo cómo debía enseñarse en la virtualidad, sino qué temas, para hacer que fueran significativos y tuvieran impacto en los alumnos, considerando que cada uno vivía en un contexto diferente

Durante el Segundo Coloquio del Día Mundial del Docente. Inclusión y equidad de género, la profesora compartió que al decretarse el confinamiento le plantearon una serie de preguntas de carácter interseccional que le hicieron pensar en las diferentes formas de dominación bajo las cuales el alumnado construye sus identidades de género, cultural, étnica, de clase, social, etcétera.

La docente recordó que algo que había aprendido de las epistemologías feministas y de las corrientes filosóficas respecto al conocimiento, es que éste es situado, es decir, que pasa por el cuerpo, por lo social, por la cultura, lo que la llevó a cuestionarse cómo enseñar comunicación con perspectiva de género, en el contexto de la pandemia, tomando en cuenta que los aprendizajes serían afectados por las emociones, condiciones personales, familiares o socioeconómicas de los alumnos.

Los desafíos eran muchos, reconoció, porque no sólo tenían que ver con la disciplina, la didáctica y el uso de las TIC, sino también con las vicisitudes de la vida doméstica, por lo cual se dio a la tarea de revisar los programas y seleccionar aquellos aprendizajes esenciales que a los chicos les permitieran egresar pero, más importante, que los impactara en su formación.

Una vez elegidos los temas, abundó, reflexionó sobre su abordaje y aplicación, pero especialmente en las fuentes, porque al menos en el Taller de Comunicación no hay literatura escrita por mujeres. Eso lo resolvió con una serie de lecturas que la apoyaron en la revisión de conceptos como interseccionalidad, identidad, subjetividad, otredad y relación entre lenguaje, discriminación y racismo, entre otros.

 

Diversidad

Rafael Ernesto Sánchez Suárez, docente de Geografía del plantel  5 “José Vasconcelos”, de la ENP, expuso “Una aproximación de los derechos de diversidad sexual entre adolescentes y jóvenes”, en la que ofreció algunas cifras significativas para contextualizar la importancia del tema en el bachillerato.

Por ejemplo, citó al INEGI, cuya encuesta de diversidad señala que en México un 34 por ciento de los adolescentes que contestaron descubrió su orientación entre los 12 y 17 años.

Otros datos importantes, comentó, se develaron en la Primera consulta universitaria sobre condiciones de igualdad de género de la comunidad LGBTTTIQ+ en la UNAM, donde “28.5 por ciento de comunidad participante son alumnos de bachillerato; 24 por ciento de la diversidad sexogénerica coexiste en la Universidad y 72.56 por ciento de las personas LGBTTTIQ+ han vivido discriminación en la Universidad”.

Estos datos le proponen cinco ideas para una educación inclusiva: que ésta no se vea como un asunto de discapacidad, sino de diversidad; evitar la idea de que la escuela es una institución heteronormativa; crear una escuela segura donde los estudiantes se sientan valorados y con pertenencia, y jugar un rol activo en la promoción de espacios seguros y libres de discriminación.

 

Docencia igualitaria

Después, Blanca Elizabeth Montalvo García, académica del plantel 6 “Antonio Caso”, de la ENP, presentó la ponencia “Mi experiencia como Persona Orientadora Comunitaria (POC) y su relación con la práctica docente”, para compartir cómo esta actividad ha cambiado su vida personal y profesional, en busca de alcanzar una docencia igualitaria, incluyente, libre de violencia y no sexista.

Los orientadores comunitarios, expuso, “somos personas que pertenecemos a diversos sectores de la comunidad universitaria, que por decisión propia participamos en la erradicación de la violencia de género, tratando de generar una cultura de la igualdad en la UNAM”, a partir de empatía, orientación, reflexión y búsqueda de espacios seguros; de tejer redes de apoyo y vinculación con escuelas, facultades, institutos e instancias universitarias encargadas de atender estos temas, como las CInIG o la CIGU, pues las POC son el primer contacto de una persona agredida. 

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