Tras la huella de sor Juana; se enfoca en la disciplina

Rosa María Martínez Maldonado

Tras la huella de sor Juana; se enfoca en la disciplina

Rosa María Martínez Maldonado
Tras la huella de sor Juana; se enfoca en la disciplina

Rosa María Martínez Maldonado afirmó sentirse enormemente satisfecha por el Reconocimiento Sor Juan Inés de la Cruz. “Es algo que nunca imaginé, he hecho mi trabajo responsablemente todo el tiempo, sin embargo, me parecía algo inalcanzable. Siempre me ha gustado dar lo mejor de mí en cada trabajo, sobre todo con mis alumnos; ahora con esta presea me siento muchísimo más comprometida”.

La profesora de inglés del plantel Oriente se identifica con el legado de sor Juana en su lucha por salir adelante y conseguir lo que quería, lo que le implicó trabajo, dedicación y constancia; “fue una mujer a la que le pusieron muchísimas trabas para expresarse, sin embargo, luchó para hacerlo”.

Además, se equipara con ella porque empezó su carrera académica a los 46 años, en sistema semipresencial en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (FES), que fue su segunda oportunidad de retomar lo que le gustaba hacer y lo realizó con la meta de lograr sus objetivos.

Sobre qué llevaría de la poeta para su labor en el aula, opinó que “darle valor a la mujer y transmitirle eso a mis alumnos y alumnas, ahora ha cambiado su mentalidad respecto a no seguir con estereotipos de género; las mujeres merecemos las oportunidades por las que trabajamos, podemos ser autosuficientes. Creo que esa fue una de las cosas que sor Juana quiso transmitir, que siendo mujer, luchó para traspasar todas las barreras que se le pusieron”.

De su labor docente, explicó que cuando laboró en el turno de la tarde, observaba que los jóvenes se creían el estigma de que cursaban en ese turno porque eran los más grandes y no los mejores promedios, afortunadamente se decidió mezclarlos, buenos promedios con los menos buenos, y fue un acierto para su desempeño, la percepción y su autoestima.

“Hoy puedo decir que tengo excelentes estudiantes en mis cuatro grupos, y a pesar de todas las cuestiones de la pandemia, tienen el compromiso y el deseo de salir adelante, de recuperar sus estudios, es una gran satisfacción colaborar en ello, todos los profesores ponemos nuestro granito de arena para que los alumnos logren sus objetivos y apoyarlos en su formación”.

Respecto al 8M, comentó que se tiene que lograr una igualdad bien entendida, de oportunidades, donde las mujeres sean reconocidas al mismo nivel de los hombres, y que, a veces, los caminos o medidas que se toman tal vez no son los más adecuados, pero el trabajo continúa.

“Quizás estos grupos consideren que es la forma para que se ponga la mirada en esta lucha por la igualdad de oportunidades, pues bienvenido y adelante, estaremos luchando desde nuestras trincheras como profesores, de hacerles notar a los jóvenes la importancia de lograr la igualdad de oportunidades para todos y todas”.

La profesora recordó que durante su año sabático tomó un Diplomado sobre Igualdad de Género en la Docencia, el cual le abrió los ojos sobre muchas cosas que se han normalizado y ni siquiera nos percatamos: “Me ayudó mucho y quiero seguir preparándome en estos temas, porque no se puede dar lo que no se tiene”.

Martínez Maldonado relató que desde los 21 años empezó a dar clases en el sector privado, pero cuando se notó que no había forma de avanzar, en 2005 inició la carrera de Inglés, a los 46 años.

“Me titulé por alto promedio y fue cuando se abrieron los programas de las cuatro habilidades en el CCH y hubo oportunidad de que muchos profesores nuevos entráramos. Tenía mis grupos como profesora interina en el Colegio y trabajaba en la UAM Iztapalapa; duré cerca de cinco años en ambos planteles, pero supe que mi lugar estaba en el CCH con los adolescentes, hice una maestría y después concursé para obtener la plaza de carrera”.

En sus 14 años como docente en el CCH lo que más aprecia es convivir con sus alumnas y alumnos, quienes le trasmiten muchísima energía y la inspiración para seguir adelante y formándose. Le interesa impactarlos con alguna frase o actitud, y les exige responsabilidad, ya que ella lo es y busca predicar con el ejemplo. “Estar con ellos me lleva a ser mejor persona, yo también trato de mejorar cada día, creo que el aprendizaje es para toda la vida”.

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