Brenda Cabral Vargas

El Colegio le dio un papel más activo

Egresó del plantel Azcapotzalco y hoy es la coordinadora del Colegio de Bibliotecología de la FFYL

El Colegio le dio un papel más activo
Egresó del plantel Azcapotzalco y hoy es la coordinadora del Colegio de Bibliotecología de la FFYL

“Todas mis experiencias en el Colegio de Ciencias y Humanidades fueron muy gratas. Soy generación 1984, así que las instalaciones estaban casi nuevas cuando ingresé, los laboratorios, el auditorio. Al principio quería entrar a la Prepa 9, porque podía llegar caminando desde mi casa; luego Vallejo, porque también me quedaba cerca. Y cuando me tocó Azcapotzalco pensé en hacer un cambio, pero luego, al conocer amigas entrañables y al hoy padre de mis hijos, ya no quise cambiarme”.

Brenda Cabral Vargas, especialista del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, destacó en entrevista que el CCH le dio las bases para investigar, pues pasaba gran parte de su tiempo escolar en la biblioteca; además, los alumnos tenían la libertad de analizar y cuestionar a partir de ciertas lecturas. Los profesores, recuerda, les proporcionaban estrategias y herramientas para llegar por sí mismos al conocimiento.

En el nivel superior, afirmó, los del CCH eran más participativos a diferencia de los de prepas, que eran muy callados. “Los egresados del Colegio opinábamos y nos integrábamos, se notaba la diferencia. Tuve la suerte de quedarme en la Facultad de Química en CU, pero después de un año no fue de mi agrado. En Orientación Vocacional me ayudaron a elegir otra carrera que me ha llevado a un desarrollo profesional muy bueno, adecuado y me gusta”.

La también docente del Instituto Politécnico Nacional consideró que las materias del CCH le sirvieron como herramientas pedagógicas. “Ese acercamiento a la investigación para generar y aportar cosas importantes para nuestro país es una parte de su modelo educativo. La preocupación por el entorno, cómo actuar con respeto y tolerancia. El sistema que consiste en aprender a aprender, a hacer y a ser me dio un papel más activo, crítico, protagónico y de aprendizaje. A pesar de que ya tengo el doctorado, sigo cursando diplomados”.

 

Más allá de la apariencia

Al referirse a su bachillerato rememoró a uno de sus profesores. La primera vez que se presentó, relató Cabral, “el maestro iba con huaraches y no parecía maestro de Matemáticas, pero fue el que más estrategias didácticas y estrategias de conocimientos tenía. Ahí me quedó claro que lo importante de un docente es lo que puede transmitir. No debemos fijarnos tanto en la imagen, sino en el interior”.

También recordó a su profesora de Ciencias de la Salud, quien hablaba mucho de nutrición, de comer de manera sana, pero presentaba sobrepeso. “Todos, al terminar la clase, nos preguntábamos por qué no aplicaba en ella lo que nos decía. También recuerdo que los sábados tomaba comedia musical; esa clase me dio vivencias agradables y el ejercicio del baile. Mi opción técnica de Administración de Recursos Humanos me permitió auxiliar a una contadora y aplicar lo que aprendí”.

Y prosiguió: “Un maestro de Historia hacía sus propias guías de aprendizaje y nos las vendía; nos pedía subrayar. Yo pensaba que era un ejercicio ocioso, pero al final fue útil porque nos permitía, de manera rápida, reconocer y organizar la información. Los aspectos sociales de azul, los culturales de verde y así con otros colores. Entonces, cuando nos pedía participar, era fácil detectar los diferentes aspectos históricos de un periodo”.

 

Ventajas académicas

La mayor fortaleza del CCH, enfatiza la académica, “es generar ese pensamiento crítico, analítico y de investigación, pues el aprendizaje no depende del docente, sino de esa autogestión de cada alumno cuando ya sabe buscar mayor información. Una necesidad del CCH, no una debilidad, es generar habilidades en el manejo de la información para saber dónde buscar, que sea de fuentes validadas; esa sería mi recomendación para que se fortalezca el modelo educativo actual y que los valores en los estudiantes se consoliden, como el respeto y la tolerancia, que a nivel sociedad en general se han desvirtuado”.

Brenda Cabral es investigadora titular del IIBI. Es licenciada, maestra y doctora en Bibliotecología y Estudios de la Información por la Universidad Nacional; obtuvo mención honorífica en los tres grados. Tiene alrededor de 50 publicaciones y ha impartido cursos y cátedra en la FFyL, la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía de la SEP, así como en universidades públicas y privadas. Actualmente es coordinadora del Colegio de Bibliotecología de la FFyL de la UNAM.

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