Bob Marley

La película tiene buenas intenciones

El espectador no se siente conectado con el personaje

La película tiene buenas intenciones
El espectador no se siente conectado con el personaje

La mayoría de películas biográficas tienen dos caminos a seguir. El primero, intentar contar la mayor parte de la vida de un personaje; el segundo, escoger algún momento o arco importante dentro de su historia.

Bob Marley: La leyenda se inclina más hacia el segundo lugar, en la que cuenta una historia previa y posterior a la creación del álbum Exodus, así como su paso por Reino Unido después de un atentado en Jamaica.

La película mantiene sus mejores intenciones en muchos aspectos. La vista de la realización pareciera que intenta llenar un checklist para ser considerada una “gran película”.

Tiene una fotografía muy buena, un buen reparto, en especial, por el protagonista Kingsley Ben-Adir, así como una simbología sutil cuando el guionista y dirección deciden que es el momento de ser implícitos.

Sin embargo, a veces esta sutileza juega en contra, más aún cuando Bob Marley se presenta de una forma muy superficial, incluso idealizado.

Si bien se presentan los problemas y vivencias con su madre y padre, llegamos a conocer muy poco al personaje en su etapa madura, no se profundiza más allá de saber que tiene un pasado turbulento.

Al final, cuando Marley explica que no puede hablar de paz ya que él no está en paz, es confuso. Los flashbacks e ilusiones no parecen resonar en su cabeza, son más un agregado coqueto dentro de la realización para el espectador.

En la película se plantea que el hecho de conocer su diagnóstico de cáncer le da valor para continuar con su carrera y encontrar una suerte de paz interior.

Esta catarsis del personaje se alcanza en un punto que, para los guionistas, era el clímax de la cinta a través de una breve discusión con su esposa, para después pasar al epílogo.

Esta escena y ese final denotan el verdadero problema de Bob Marley: La leyenda, es decir, la falta de un verdadero guion.

El filme carece de una historia que de verdad nos pueda comprometer emocionalmente con el personaje y llevarnos a un viaje a través de su historia.

Esta falta de contundencia con el desarrollo de los personajes, la trama y el inexistente momento climático deja al espectador con una sensación de intrascendencia, es una película incompleta.

Al final de la cinta, Bob Marley regresa a Jamaica a dar su mítico concierto y un mensaje de paz entre los líderes políticos que mantenían el conflicto en el país.

La expectativa es sembrada visualmente, el escenario es gigantesco y la multitud ensordecedora. En el momento que la película prepara al espectador para lo que pareciera ser el verdadero clímax y el verdadero final, la historia termina abruptamente.

Una oportunidad desperdiciada para una película que pudo haber logrado mucho más con el personaje que fue Bob Marley.

Dudas y sugerencias a: luis@cchfilmfest.com

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