Bienvenidos, pumas

Le doy los buenos días a nuestros cachorros, a nuestros pequeños y queridos alumnos de primer ingreso. Sean bienvenidos a la Universidad Nacional Autónoma de México, su nueva casa.

Lo que están ustedes por iniciar no es solamente un cambio de nivel de estudios, y por lo tanto no es sólo un cambio de compañeros y maestros, o de libros diferentes ni tampoco la posibilidad de asistir a clases sin uniforme. Ustedes ya son actores de una situación muy particular y diferente. Vean si no es cierto lo que les digo.

1. Regresan a las clases presenciales después de dos años y seis meses, desde marzo de 2020, cuando nos dijeron que teníamos que resguardarnos en casa. Los que así lo hicieron sólo han tenido actividades cuando tuvieron clases a distancia; aunque también es verdad que pasaron mucho tiempo atados al celular y, si podían, emplearon largas horas fascinados sin pestañear con las plataformas de streaming.

2. Está también la pandemia por Covid-19 y sus derivaciones, que nos han afectado directa o indirectamente: desde el temor al contagio hasta los decesos de gente cercana y querida. El Covid llegó para quedarse: estamos en la quinta ola y este cuento todavía no termina; pero mientras tengan su esquema completo de vacunación y sigan las medidas precautorias, el riesgo será cada vez menor.

3. Para hacer más grande el cuadro vimos que la tecnología y el internet han modificado toda nuestra vida y, por lo mismo, esto también incluye la forma de enseñar y de aprender. Estuvimos mucho tiempo aplicándonos con la educación a distancia y hoy regresamos a clases presenciales, vaya cambio.

4. Por último, y por si fuera poco, las materias se han visto enriquecidas con otros conocimientos como son el desarrollo sostenible, el cambio climático, la equidad de género, la política, la tecnología, las redes, la inteligencia artificial, los valores y muchas, muchas cosas más. La carga escolar aumenta, además de ser diferente.

Y es así que llegamos a una importante conclusión: no estamos regresando a la normalidad, quitémonos esa idea de la cabeza; estamos llegando a una nueva realidad, porque muchas cosas han cambiado y porque tenemos que enfrentarlas en todos los aspectos de nuestras vidas. Como dijo el poeta Pablo Neruda: “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.

Pero, no se preocupen tanto. El bachillerato que cursarán durante los próximos tres años será diferente en esta escuela, pues su nuevo plantel tiene algo que lo distingue de muchos otros. Y es que está adentro de una estructura académica mucho más grande, más completa, con más tradición, con más sabiduría, más apegada a México, que se llama Universidad.

Pero, ¿qué tiene de especial la Universidad? ¿Por qué la Universidad cobija a su plantel? 1. Porque parte de la misión de la Universidad es formar jóvenes, como ustedes, con todos los recursos que tiene a su alcance que, ya verán, son muchísimos. 2. Porque cubre todos los campos del conocimiento que se puedan imaginar. 3. Porque cuenta con excelentes instalaciones. 4. Porque es el mejor centro de estudios que existe en México y uno de los mejores que existe en Latinoamérica y en el mundo. Todo este apoyo, este cúmulo de riquezas ya está a su disposición, desde ahora, si así lo desean, si así se lo proponen.

No los quiero cansar describiendo las cosas que tiene nuestra Universidad, pero no puedo dejar de decirles algunos datos que nos dan cuenta de su dimensión.

Para iniciar, les comento que la Universidad cuenta con muchas direcciones generales que se dedican a resolver directamente los problemas y las necesidades del bachillerato: las tutorías, la orientación vocacional, las bibliotecas, la salud física y psicológica de los estudiantes, el deporte, la seguridad, los maestros, la difusión del arte y la cultura y muchas, muchas cosas más.

Tiene muchas cosas más: dos barcos para estudiar los mares y dos observatorios astronómicos para ver el cielo; un canal de TV y una estación de radio; estadios, teatros y salas de conciertos, albercas. Cuenta con instalaciones en todo el país y 14 sedes en el extranjero.

Aquí se pueden practicar 53 deportes; podrán aprender tecnología y computación, estudiar 18 lenguas diferentes, consultar las 16 bibliotecas del bachillerato y también, si lo requieren, otras cien bibliotecas que tiene la Universidad, con más de un millón de libros.

Y algo que les es muy querido y conocido a todos ustedes, cuenta con múltiples aplicaciones que se han creado para ustedes, los estudiantes, como las bibliotecas en línea y reservorios interesantísimos, como “Descarga Cultura”. Todo esto les facilitará estudiar, más tarde, alguna de las 132 carreras que tenemos en 15 facultades y 9 centros de enseñanza, donde 30 mil profesores le enseñan a más de 367 mil  alumnos. Por último, les menciono lo que viene siendo la cereza del pastel, que es la investigación, científica y humanística, la cual se realiza en 36 institutos, 27 centros y 6 campus foráneos. ¿Habían conocido una institución educativa así de grande, toda ella a su servicio, para que se enriquezcan?

Para cerrar, les quiero obsequiarles tres consejos de bienvenida. Guárdenlos en sus corazones.

A. El primer consejo es instarlos a que amen su plantel y su Universidad. Verán que éste es el lugar para aprender a evitar lo incorrecto y a fomentar lo correcto, para diferenciar lo útil (lo que se relaciona con el dinero y las cosas materiales) de lo valioso (lo que no cuesta). Un coche es útil, la amistad es valiosa…

Ya no pueden hacer a un lado el compromiso que han adquirido. La Universidad les pone la mesa, a ustedes les corresponde escoger cómo servirse de ella. No esperen una respuesta automática o mágica de la Universidad si ustedes no dan los primeros pasos.

B. El segundo consejo es invitarlos a que aprovechen el tiempo. No terminen su bachillerato sin que hayan crecido ideológica, cultural moralmente, ni sin que hayan aprendido a hacerle el bien a los demás. Asistan a todas sus clases todos los días. Tengan presente las dos grandes reglas de oro para triunfar en el bachillerato. Número 1. No reprueben ninguna materia; si lo cumplen, no tendrán que presentar ningún examen extraordinario y así harán su bachillerato en sólo tres años. Número 2. Mantengan todo el tiempo un promedio mínimo de 9. Con que cumplan estos propósitos podrán acceder, sin ningún problema, a cualquiera de las 132 carreras que ofrece la Universidad en 15 facultades y 9 centros de enseñanza más.

C. El tercer consejo es incitarlos a que tengan un sueño. Con un sueño ustedes podrán cambiar el mundo. Comiencen desde ahora, con ideas sencillas, como estudiar un animalito, resolver una pequeña ecuación, conocer una planta, analizar una sustancia, pensar en una regla, hacer un poema, aprender a tocar la flauta, pintar un cuadro, practicar un deporte. Imagínense por un momento que están en un cuarto oscuro y ustedes están cegados por la oscuridad. Entonces, si encienden una vela, al poco rato la pequeña luz del pabilo iluminará todo el cuarto. Eso les puede pasar con la luz que inició con una pequeña idea, la que ya habrán guardado en su corazón. Es así como nace un sueño.

Quiero decirles que el Secretario General, Dr. Leonardo Lomelí Vanegas, está orgulloso de su llegada. En su representación y su nombre les reitero que todos estamos contentos de recibirlos como los pumitas que llegan para fortalecerla. El futuro de su plantel y de la Universidad está asegurado con ustedes.

Compartir: