Acceder a bases de información de fuentes confiables, seguras y de calidad es una de las necesidades apremiantes en la actualidad, en especial, cuando hay un exceso de datos erróneos o falsos.
Además, contar con expertos que identifiquen, organicen, cataloguen, conserven y seleccionen lo que contienen las unidades de información (espacios que pueden tener libros, revistas, audios, filmes y toda clase de base de datos) es de relevancia para investigadores, lectores, así como para instituciones públicas y privadas.
Lo anterior forma parte de las habilidades que los jóvenes adquieren en el Estudio Técnico Especializado Servicios Bibliotecarios y Recursos de la Información, el cual se enseña en los cinco planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades, como parte de la formación para el trabajo que la institución ofrece a sus estudiantes.
Cecilia Aurora Aguilar Rocha, académica del ETE en el plantel Azcapotzalco, afirmó que hoy más que nunca este estudio es un área que ofrece mucho al alumno del CCH tanto a nivel académico como laboral.
Explicó que las habilidades y conocimientos sobre la creación y funcionamiento de las unidades de información les abren las puertas a los alumnos para que, al desarrollar procesos de investigación en este nivel o superiores, sean productivos.
En la misma tónica, explicó que esta opción técnica les permite incursionar en espacios como bibliotecas públicas o privadas, universidades, hospitales, medios de comunicación, empresas, bancos y archivos, siempre que existan unidades de información.
“Es un área vigente, sobre todo porque hoy se conjuga con el uso de las nuevas tecnologías; de manera particular ya no se habla de bibliotecas tradicionales, se ha avanzado a libros electrónicos, un bibliotecario está a la par de las nuevas tecnologías”, dijo Aguilar Rocha.
Temáticas de la especialidad
La académica comentó que las temáticas que se atienden en la clase consisten en conocer qué es y cómo opera una unidad de información, la tecnología que se aplica, aspectos de la administración, la relación con los proveedores aplicados a la biblioteca tradicional o bien la digital.
Indicó que también se involucran acciones encaminadas al fomento a la lectura, catalogación, descripción de materiales de cualquier soporte, diversidad de temáticas o idiomas.
Agregó que en esta especialidad se enseñan nociones de encuadernación para reparar o restaurar algunos materiales; también los alumnos pueden conocer las características de las publicaciones seriadas, los procesos de investigación y cómo se puede ofrecer información, lineamientos para publicar, modos de citación y de manera muy importante aspectos de derechos de autor.
“La bibliotecología no para, sigue avanzando, de manera que cuando lleguen los investigadores a solicitar datos, sepan que hay algo especial para ellos”, expuso.
Por lo anterior, la docente que también imparte clases en los planteles Vallejo y Sur indicó que en la clase del ETE busca ofrecer a los estudiantes “un poco más de elementos para que vean las múltiples aplicaciones de esta disciplina, a modo de responder a las nuevas exigencias actuales”.
“Estudiar la opción técnica de bibliotecología abre el camino para todo lo que los estudiantes buscan, les sirve para todas sus materias ya que sabrán cómo buscar información, cómo preguntar sobre algún dato, para su desempeño en una facultad y a lo largo de su vida”.
Por último, Cecilia Aurora Aguilar Rocha, con cerca de 30 años de experiencia en el área, hizo una invitación a los cecehacheros a que se sumen a esta área y descubran la riqueza de conocimientos que pueden adquirir: “no se trata de acomodar libros, sino de investigar y aplicarlo en la realidad cotidiana”, concluyó.
