Beneficios de hacer ejercicio en ayunas

Sobrepeso y obesidad

Ayuda contra la llamada epidemia del siglo XXI

Sobrepeso y obesidad
Ayuda contra la llamada epidemia del siglo XXI

El mundo sufre una nueva epidemia: la obesidad, que evidencia las paradojas de un desarrollo poco equitativo. Mientras la hambruna azota algunas partes del mundo, en otras la población aumenta de manera preocupante su peso corporal; ésta es la llamada plaga del siglo XXI.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta epidemia afecta a nivel mundial a más de mil 600 millones de personas adultas con sobrepeso, de las cuales al menos 400 millones de adultos son clínicamente obesos.

La “globesidad”, como ha sido también llamada, no respeta divisiones entre países desarrollados y subdesarrollados y en estos últimos muchas veces convive con problemas de desnutrición.

El mayor consumo de calorías que las necesarias debido a alimentos pobres nutricionalmente, pero ricos en grasas saturadas y carbohidratos, combinado con bajo nivel de actividad física, han elevado en el mundo al triple las cifras de obesidad de 1980 a la fecha.

Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso plantean un alto riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como son: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, coronarias y algunos tipos de cáncer.

Diferentes estudios han mostrado que el ejercicio de predominio aeróbico es un estímulo potente para mejorar la capacidad cardiovascular y prevenir la obesidad junto a sus enfermedades relacionadas, tales como hipertensión arterial y diabetes mellitus.

Entre las prácticas que se han evaluado, la realización de ejercicio en estado de ayuno es una de las que ha resultado ser más promisoria. Desde el punto de vista fisiológico, el ayuno se define como la situación metabólica que se circunscribe a la mañana posterior a una noche (10 -14 horas) sin comer.

Las células en nuestro organismo obtienen energía para realizar su trabajo principalmente a partir de la oxidación de los nutrientes. Por lo tanto, las células requieren aporte de nutrientes que permitan la síntesis de Adenosin trifosfato (ATP) para el óptimo funcionamiento de los procesos celulares; esto se logra gracias a la oxidación de la glucosa, de los ácidos grasos libres y los aminoácidos.

Sin embargo, el ser humano se alimenta de manera intermitente, por lo que el aporte, la distribución y el uso de los nutrientes se modifican constantemente.

Durante el ayuno, la carencia de aporte externo limita la disponibilidad de glucosa, lo cual se compensa con un incremento en la oxidación de ácidos grasos en el músculo esquelético y en el resto de los tejidos.

Las adaptaciones metabólicas en el músculo esquelético que ocurren en estado de ayuno llevan a coordinar una respuesta que promueve la utilización lipídica como sustrato energético por parte de las mitocondrias.

El músculo esquelético cumple el rol más importante en el metabolismo de la glucosa, captando alrededor de 75% de ella. Los ácidos grasos son muy importantes como sustratos energéticos para el músculo esquelético en contracción, principalmente durante el ejercicio prolongado.

La evidencia analizada respalda los beneficios de realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada a intensa en condición de ayuno, esto por distintos factores hormonales, enzimáticos y fisiológicos que resultan en una mayor oxidación de lípidos.

Es importante recalcar que el entrenamiento y tipo de ejercicio a realizar debe ser acorde con el  objetivo que se busque, ya que hay sujetos que no toleran bien las actividades en ayuna, por lo que la planificación y objetivos del entrenamiento deben ser individualizados.

Departamento de Educación Física, plantel Naucalpan Lic. Fco. Martín Pérez Bravo. martin.perez@cch.unam.mx 

Referencias:

Organización Mundial de la Salud (OMS), Informe Macroeconomía y salud. 2005. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/

Valenzuela A. La Obesidad y sus comorbilidades. Primera edición 2002. Editorial Mediterráneo Ltda. 2002.

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