El plantel Vallejo contó la visita de personal del Centro de Integración juvenil (CIJ GAM norte) como parte del programa de Desarrollo personal y social del adolescente a cargo del Departamento de Psicopedagogía, llevando a cabo la charla “Alcohol y violencia” en la cual la maestra Gina Badilla presentó a los cecehacheros estrategias preventivas contra el consumo de alcohol.
De acuerdo con Badilla, los jóvenes inician el consumo de alcohol cada vez más a edades tempranas, convirtiéndose así en un problema de salud pública al ser una droga que provoca sedación y que deprime las funciones del sistema nervioso central; a pesar de esto, su acceso es relativamente fácil en los comercios de la ciudad, normalizando su consumo.
“Pero ¿sabes qué efectos tiene el alcohol en tu cuerpo?, ¿qué provoca su uso frecuente?”, fueron las preguntas con las que arrancó la charla a manera de externar los conocimientos previos de los asistentes en cuanto al consumo de alcohol y sus efectos dañinos en el organismo, entre los que se destacaron la disminución de la atención, la desinhibición, el mareo, la confusión y la poca capacidad de reacción, entre otras.
El consumo del alcohol en grandes cantidades tiene reacciones en el organismo como somnolencia, descoordinación, adormecimiento en el cuerpo, pérdida de control de esfínteres, vómito y riesgo de ahogamiento; en un caso grave de intoxicación puede llegarse incluso al estado de inconsciencia, hipotermia, falta de reflejos llegando hasta un estado de coma y posiblemente la muerte.
De acuerdo con la especialista, el consumo de alcohol se puede dar de diversas maneras. La primera es la experimental, cuando un individuo tiene los primeros acercamientos a manera de probar la bebida. Le sigue el modo social, cuando una persona toma alcohol cada que convive con otros consumidores. En este caso, la exposición a la sustancia depende de las veces que el individuo sostenga reuniones. Por último, está el consumo dependiente, en el cual una persona no necesita compañía ni una ocasión especial para ingerir bebidas alcohólicas, por el contrario, ya es parte de su rutina o necesidades diarias.
Por lo anterior, Badillo dijo que una de las formas de disminuir o regular su uso y establecer límites para lograr un consumo ocasional “responsable” es no rebasar la dosis de una copa por hora y sin pasar de tres, además de otras acciones como acompañar su consumo con alimentos, no beber si estás conduciendo, no beber si estás embarazada y, sobre todo, aprender a decir no cuando comienzan a sentirse los efectos en el organismo.
Para finalizar la sesión, Badilla invitó a los asistentes a hablar acerca de los mitos y realidades sobre el consumo del alcohol, entre ellos, beber alcohol no afecta en la edad adulta, el alcohol no puede causar la muerte, para ser hombre debes beber alcohol y otras.
