OctavioPaz

A 110 años de su nacimiento 

El ganador del Premio Nobel de Literatura es el poeta mexicano más influyente del siglo XX

A 110 años de su nacimiento 
El ganador del Premio Nobel de Literatura es el poeta mexicano más influyente del siglo XX

Muy posiblemente, Octavio Paz sea el escritor más conocido entre la sociedad mexicana, la lectora y la no lectora. Ya sea porque es el único escritor mexicano que ha ganado el Nobel de Literatura, sea porque fue muy cercano al poder político del PRI, a la oligarquía económica y social (la de Televisa, por ejemplo), porque fue esposo de Elena Garro (y con quien tuvo infinidad de conflictos) o porque fue el cacique de la cultura mexicana a mediados del siglo XX.

Hay que agregar que fue un poeta muy renovador, trajo consigo de sus viajes la experiencia del surrealismo francés, el místico mundo de Japón y la India (donde fue embajador), un ensayista inteligente, crítico social mordaz y un promotor cultural como pocos.

El laberinto de la soledad es muy posiblemente su libro más conocido, el más editado y leído a nivel nacional. Se lee desde en la educación media superior como puente entre las ideas de filósofos más complejos y la realidad nacional.

Sin embargo, y a riesgo de parecer controvertido, este libro ya resulta anacrónico: el México que miraba Paz ya no existe; el mexicano por el que dio vueltas sus pensamientos ya no es; la realidad nacional es muy diferente a la que criticaba y todo ha cambiado desde que se publicó, en 1950.

A pesar de lo que digo en el párrafo anterior, esta formará parte de las referencias y citas bibliográficas de cualquier tesis o libro que intente desanudar y estudiar al Hommo sapiens mexicano.

Dentro de su obra poética, porque Paz es esencialmente poeta, destacan su Piedra de sol y Blanco; ese último, el enorme poema que buscó indagar en el poema mismo, a la manera de Un coup de dés, de Stéphane Mallarmé.

Por su parte, Piedra de sol se compone de 584 endecasílabos, correspondientes a los 584 días del llamado calendario azteca, y al igual que éste, este poema es circular, es decir, termina como comienza:

 

Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado más danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre:

un caminar tranquilo

de estrella o primavera sin premura,

agua que con los párpados cerrados

mana toda la noche profecías,

unánime presencia en oleaje,

ola tras ola hasta cubrirlo todo,

verde soberanía sin ocaso

como el deslumbramiento de las alas

cuando se abren en mitad del cielo

Autor de clásicos modernos como La llama doble (texto sobre el erotismo), Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (sobre la autora de Primero sueño), El ogro filantrópico (sobre la literatura y la política del Estado en la vida), El arco y la lira (estupendo ensayo sobre la poesía), Octavio Paz forma parte del canon nacional.

Los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades tienen, en sus talleres literarios y asignaturas de Redacción y Literatura, en Paz a un escritor diverso, inteligente que les permitiría formular preguntas en torno al quehacer de la escritura.

 

Compartir: