arteterapia

La arteterapia debe complementarse con psicología

Usan intervención terapéutica creativa para la salud biológica

La arteterapia debe complementarse con psicología
Usan intervención terapéutica creativa para la salud biológica

En la búsqueda por recuperar la salud de las personas, dos disciplinas se unen y se complementan: arte y ciencia, en específico, la psicología y las diversas manifestaciones artísticas.  

Los estudios que anteceden esta unión, sus principales alcances y los retos que enfrenta, fueron algunos de los aspectos que presentó Jonathan Galindo Soto, investigador de la Universidad de Guanajuato, durante su ponencia De artes y psicoterapia científica, que dirigió a la comunidad del Colegio de Ciencias y Humanidades. 

Trabajo científico

La psicoterapia, definió el académico, es un proceso que busca la salud mental del paciente, y es llevado por una persona con competencias especiales obtenidas por su educación formal y experiencia clínica, de forma planeada y con los medios propicios.  

En tanto que, la terapia de o con arte, arteterapia o las llamadas técnicas artísticas terapéuticas, son una intervención terapéutica creativa que usa al cine, fotografía, música, danza, arquitectura, teatro, escultura, pintura, declamación, literatura y artes digitales como medios principales para la atención en salud, y que pueden ser llevadas a cabo por un músico, un pedagogo, entre otros profesionales. 

“El arte puede ayudar a desarrollar la salud biológica, psicológica o social, mientras que la psicoterapia es restringida al ámbito de la salud mental”, afirmó ante estudiantes en junio pasado.  

El arte y la ciencia se complementan muy bien y no rompen los procesos de psicoterapia, “se trata de una intervención sistemática, ordenada, con un modelo teórico, con un procedimiento específico que ayuda a prevenir otros problemas y a solucionar aquellos existentes en la persona”.

Uno de los retos para quienes desean incursionar en este ámbito, señaló el especialista, es el prepararse, ya que en el país son pocas las instituciones que lo incluyen, “hay mucha información, pero disgregada, no hay en los hechos, sólo en el papel, hace falta una estructura que los organice, guie y oriente”.  

Es una práctica científica que puede aplicarse a quienes sufren de trastornos de autismo, esquizofrenia, personas adultas con alzheimer, niños que han sufrido abusos, entre otros. Hay que recordar que es complementario, va acompañado de otros procesos. “No hay espacio donde no funcione la terapia de arte”, afirmó.  

Pero, apuntó, que por si solo el arte no cura, tiene que acompañarse de procesos psicológicos, de manera que se potencialice el empleo de las artes.  Para llevarlo a terapia se necesita del experto que se dedica a este estudio, y ejemplificó, “si se trabaja el cine, él te recomendará el acceso a este contenido y trabajará en su análisis y contrastará sus resultados.  Las artes ayudan, y no sé que hubiera pasado en estos momentos, de la pandemia, si no estuvieran y no hubiéramos tenido acceso a ellas”.  

Aristóteles pensaba que la música era fundamental en la infancia, pues desarrolla procesos creativos. “El arte hace soportar el mundo, lo hace posible, tenemos más posibilidad de salvación. Un abordaje obligatorio, incluso desde prenatal; siempre es necesario la educación en el arte, ya que el cerebro actúa diferente. Nuestra vinculación con el mundo sería distinta”. 

Para finalizar, el ponente subrayó que el trabajo de la terapia no es de buena fe, es científico, hay quienes dicen que lo practican, pero no tienen ninguna evidencia, estudios o resultados, y hay que tener mucho cuidado. Sin embargo, invitó a la comunidad del Colegio a acercarse a esta área e incursionar en ella.

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