Al considerar que el conocimiento científico y tecnológico se desarrolla de manera vertiginosa, el Colegio realiza la actualización permanente de los contenidos de sus Programas de Estudio para que el estudiantado adquiera aprendizajes acordes a los requerimientos de la época actual, señaló Araceli Mejía Olguín, secretaria de Programas Institucionales, durante la inauguración del Foro de Seguimiento a la Actualización del Documento Base del Modelo Educativo del CCH.
En el arranque de esta sesión enfocada en Cultura Básica y Filosofía Institucional, la funcionaria de la Dirección General del CCH comentó que se realizan los trabajos del seminario central para el seguimiento de actualización del Modelo Educativo, que se lleva a cabo en el ciclo escolar 2023-2024.
El objetivo es difundir el documento base 2024 para recibir comentarios, críticas y sugerencias, a fin de mejorar su contenido y valorar su calidad, pertinencia y trascendencia en el marco de la revisión y ajuste de los Programas de Estudio.
“El Modelo Educativo del Colegio parte de la concepción de la cultura y de su apropiación por los estudiantes. Al tener como opción primaria la cultura, se construye con dos determinaciones de este concepto”.
“El primero es la cultura como producción, es decir, la capacidad del sujeto de comprender y explicar el universo, la naturaleza y el mundo humano, el individuo y la sociedad, necesariamente histórica de producir y comprender textos de naturaleza discursiva y en soportes diversos”, explicó.
“El segundo concibe al estudiante como protagonista de su propia formación en la medida en que su aprendizaje proviene de su acción propia y no de la recepción pasiva del saber de otro, sea éste el profesor o el autor, de acuerdo con el doctor José de Jesús Bazán Levy”, continuó.
Por lo anterior, Mejía dijo que en la didáctica para este modelo se emplean estrategias y actividades con las cuales el alumno tendrá una función activa para que lea, escuche, pregunte, resuelva problemas, articule y sea capaz de recorrer este proceso con mayor autonomía “y capacidad de percibir las consecuencias de sus aprendizajes, lo que demanda una conciencia crítica”.
La funcionaria destacó la importancia de estos procesos en el marco de la Revisión y ajuste de los Programas de Estudio, así como el interés de las y los docentes por conocer el estado actual del documento y participar para enriquecer este trabajo; “agradezco al grupo encabezado por el maestro Jorge Gardea Pichardo, ya que están realizando un excelente trabajo”, dijo.
Ejes del documento
Jorge Gardea Pichardo, doctor en Filosofía, reiteró el propósito de dar a conocer el documento trabajado y tener una retroalimentación, escuchar comentarios y sugerencias.
“Es la segunda vez que presentamos el documento, hemos recibido algunas observaciones que nos han permitido cambiar y hacer ajustes”, dijo.
Cabe señalar que el seminario lleva dos años de trabajo y está conformado por las maestras Adriana Mendoza, Judith Adriana Díaz Rivera, Angélica Garcilazo, Leticia González, Esperanza Lugo, Mónica Monroy, María del Carmen Rivera y Elizabeth Zamora.
Además, resaltó que el documento tiene la intención de continuar con las directrices institucionales de la UNAM: “fue una revisión de los documentos bases del Modelo Educativo en el Programa de Estudios de 1996. Hubo una búsqueda de información sobre conceptos tan importantes como Cultura Básica y los elementos del programa que están contenidos en ese Plan y la interdisciplinariedad”.
El profesor de Filosofía en el plantel Sur afirmó que estos elementos son importantes porque la Coordinación de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular (CODEIC) presenta una guía para que todos los docentes realicen sus programas de acuerdo con este proyecto, además de que en 2019 se propuso esta guía para elaborar el anteproyecto de Plan de Estudios.
“Lo importante es cómo consideran estas directrices la concepción de Modelo Educativo, qué elementos conforman un anteproyecto, desde la carátula, índice, objetivos, metodología, marco jurídico, análisis y diagnóstico de las condiciones y necesidades científicas y sociales, conclusiones, entre otros”, dijo.
“En nuestro caso nos centramos en la parte de la Filosofía Institucional y Modelo Educativo. Era importante que fuera congruente nuestro trabajo con esta guía para saber que no estábamos haciendo algo fuera de lo que se está solicitando en la Universidad. La Filosofía Institucional es el propósito y razón de ser de la entidad académica, lo que le da identidad a esa escuela y la hace distinta de otras y que define sus valores, misión, visión su forma de ser y operar”, expresó.
