Con el fin de garantizar la continuidad de las actividades académicas, la Dirección General del CCH puso a disposición de su planta de profesores el suplemento Ajuste al Programa Integral de Formación Docente. En la presentación del documento, el director general del Colegio, Benjamín Barajas Sánchez, explicó que, por la emergencia sanitaria de 2020, extendida a 2021, “garantizar la salud de la población era y es la prioridad y que la interrelación tradicional entre la comunidad experimentó una metamorfosis”.
La reorganización y desarrollo de las tareas académicas debieron efectuarse a distancia. Para concluir satisfactoriamente el semestre 2020-2, explicó el funcionario, “se publicaron distintos suplementos para atender las problemáticas generadas por la incertidumbre y orientar las actividades de profesores y alumnos”.
El directivo aseguró que se han diseñado diversos apoyos para realizar en la virtualidad las tareas de enseñanza-aprendizaje, sin descuidar los principios del Modelo Educativo del CCH. El Ajuste al Programa Integral de Formación Docente, basado en la no presencialidad física, no sólo se concentra en el uso de recursos digitales, sino que implica redimensionar y ensamblar los procesos de la dupla cognitiva “enseñar y aprender”, así como reconocer y ejercitar las habilidades docentes asociadas a la práctica virtual.
Al iniciar el ciclo escolar 2020-2021 se diseñaron y apoyaron las tareas de docencia con la tecnología de Microsoft Teams, en la cual los profesores desarrollaron y evaluaron sus actividades. Asimismo, continuó la publicación de suplementos como Guía para el uso de Microsoft, Recursos digitales de apoyo al aprendizaje y El Colegio frente a la nueva normalidad, entre otros.
A un año del confinamiento y del ejercicio de la docencia no presencial, ha sido necesario ajustar el Programa Integral de Formación Docente (CCH, 2019). Aquí, cada eje trasversal tiene un sentido y características propias, se articulan con elementos de la currícula del CCH y con las actividades docentes y complementarias del personal académico y quienes desarrollan alguna actividad académico-administrativa.
Los primeros seis ejes son: Comprensión del Modelo Educativo, Plan y programas de estudio, Actualización en la disciplina y la didáctica, Habilidades cognitivas, socio-culturales y afectivas, Investigación e innovación educativa y Gestión académico-administrativa.
El ajuste al programa se origina en la comprensión de que impartir docencia en la no presencialidad no se refiere sólo al uso de recursos tecnológicos, sino que incluye revalorar y articular cada elemento del diseño tecno-pedagógico, para llevar a cabo los procesos de enseñar y aprender, de reconocer y ejercitar las habilidades docentes asociadas a la docencia no presencial, de ubicar su campo de acción, así como reconocer y reflexionar sobre las fortalezas personales para dar continuidad a la formación inicial.
Se propone un séptimo eje, Prácticas educativas para atender la formación no presencial, que surge de la demanda de migrar, temporalmente, hacia la combinación de la práctica docente en modelos y prácticas de carácter no presencial, en las que los maestros presentan desconocimiento o escasa experiencia. Algunas líneas de Formación que orientarán los diseños de cursos para docentes quedan incluidas en este eje y son: Conocimiento de los modelos de la educación no presencial con la observancia del Modelo Educativo, Bases curriculares, Plan y programas de estudio y Diseño tecno pedagógico de las asignaturas en correlación con el modelo de la educación a distancia seleccionada.
