El haber elegido un texto que se elaboró hace más de 2 mil años como material de enseñanza de las matemáticas, y ser además el eje para la elaboración de otros libros en dicha disciplina y otras, es parte de la problemática de que los jóvenes bachilleres y universitarios no comprendan esta ciencia.
Así lo reflexionó y expuso Alejandro Ricardo Garciadiego Dantan, del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ante profesores y estudiantes del CCH en su conferencia El fracaso de la enseñanza de las matemáticas (en México), la cual formó parte de las actividades organizadas por el Programa Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Naturales y Matemáticas, del plantel Sur.
El también fundador de la revista Mathesis mostró algunos de los resultados de la prueba Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aplica a los países miembros, y donde México no ha tenido buenos resultados, a fin de ejemplificar la deficiencia que se tiene en el aprendizaje de dicha ciencia.
Esta prueba, comentó, mide las habilidades que los jóvenes estudiantes tienen en tres rubros: lectura de comprensión, dominio de la escritura, y dominio y comprensión de las matemáticas, todas, herramientas básicas para competir en el mundo globalizado de hoy.
El problema que tenemos en México es que desde hace muchos años hemos desvirtuado y malentendido cuáles son los propósitos de estas habilidades básicas; con relación a la primera, precisó que se hace énfasis en que los chicos reproduzcan mecánicamente lo que hay en una hoja de papel.
Con la escritura pasa lo mismo, añadió, el sistema educativo pone el acento en la belleza de la caligrafía, la limpieza y el orden, dejando de lado observar si se hacen repeticiones, si la lógica o la sintaxis es correcta. Y con las matemáticas no se subraya el razonamiento y compresión de problemas.
El también autor de los libros Uno, dos, tres, infinito y más allá y Paradojas y principios, ubicó la raíz del problema en la equivocada elección del libro que fue escrito en el año 300 antes de Cristo: Elementos, de Euclides. Es el libro más famoso de la historia de las matemáticas y el que más se ha usado y apoyado como modelo para enseñar matemáticas en los últimos 500 años aproximadamente, destacó.
“Escogimos un libro que no era adecuado para enseñar matemáticas, y aquí está el origen de todas las dificultades. Del autor no sabemos nada, ni quiénes fueron sus maestros y con quiénes estudió, quiénes lo influenciaron, por qué escribió el libro como lo hizo, quién le sugirió hacerlo, entre otros. A pesar de eso, el texto ha sobrevivido por más de 2 mil años, se le consideraba una obra muy importante”.
Es un libro antipedagógico, afirmó, “parece ser que fue escrito exprofeso para no enseñar”, no obstante, dijo, no podemos olvidar que el libro se escribió de acuerdo con su tiempo, “pero este fue el modelo que escogimos para escribir todos los textos de matemáticas, incluso de otras disciplinas”.
En este sentido, finalizó con la idea de que su crítica va dirigida a los libros que se usan en el bachillerato y licenciatura bajo este esquema, cuando lo importante es poner énfasis en la explicación y en la aplicación de las otras habilidades tanto de la lectura y escritura para entender mejor esta disciplina.
