En los próximos años, el ejercicio de la docencia en el CCH deberá incorporar la interacción de diversos y numerosos actores de la comunidad académica y observar las particularidades y peculiaridades de los perfiles académicos que emergieron y se consolidaron durante la emergencia sanitaria, consideró la profesora Virginia Fragoso Ruiz, del plantel Oriente.
También, “promover el liderazgo y la vanguardia en la formación docente, centrada en el Modelo Educativo, los enfoque didácticos y disciplinarios”, añadió Fragoso en la conferencia “Comprensión, construcción y formación del Modelo Educativo del CCH, Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación, el caso del TLRIID”.
Como parte del ciclo Rumbo al 3er Coloquio de Aportaciones de las materias de los Programas de Estudio Actualizados al Perfil del Egresado del CCH, la maestra recordó que en el Colegio se ha entendido como Modelo Educativo la concepción o visión que sitúa al aprendizaje y la formación básica de los alumnos en el centro del quehacer académico.
Dicha formación, expuso, “privilegia los saberes científicos y humanísticos relevantes sobre la naturaleza y la sociedad, expresados curricularmente en las asignaturas de las cuatro áreas de conocimiento, cuya articulación representa la adquisición de la cultura básica del bachiller”.
No obstante, durante la pandemia, el CCH tuvo que enfrentar su impacto tanto en las prácticas de docentes y alumnos, como de los administradores del currículum, lo que hizo necesario explorar las condiciones de tiempo y espacio en las que se desarrollarían las estrategias de enseñanza-aprendizaje, y seleccionar recursos educativos digitales y tecnológicos acordes con los enfoques didácticos y disciplinarios.
Se transitó de la cooperación al desinterés, del asombro al disgusto, del optimismo a la apatía, pero también “descubrimos habilidades para hacer de nuestras carencias una oportunidad para fortalecer nuestra forma didáctica y disciplinaria”.
A lo largo de cinco décadas, el Colegio ha promovido procesos de comprensión, construcción, fortalecimiento y reconstrucción en la tarea principal de la educación, donde el común denominador ha sido la formación de equipos de trabajo colegiado, y ha sido determinante la flexibilidad para reconocer y respetar la diversidad de perfiles. También ha sobresalido “la experiencia, la disposición temporal y la representatividad de los diversos sectores que hoy conforman el Colegio”, consideró.