Orgullo Cecehachero

Orgullo Cecehachero

Los Estudios Técnicos le mostraron su real vocación

Orgullo Cecehachero
Los Estudios Técnicos le mostraron su real vocación

Egresada de la segunda generación de Estudios Técnicos Especializados (ETE), en Protección Civil, generación 2012-2015 del plantel Azcapotzalco, Daniela Yareth Villanueva Pérez pertenece hoy a la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Cuautitlán Izcalli y reconoce que fue su paso por el CCH el que marcó su destino, gracias a él descubrió que ama ser paramédico.

Con orgullo, destaca que logró graduarse en la carrera de Técnico Superior Universitario en Paramédico por la Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, y que su pasión más grande es la protección civil y todo lo que ésta conlleva.

Recuerda que desde la jornada de bienvenida al Colegio se interesó por las Opciones Técnicas, de ahí que cuando cursaba el tercer semestre se inscribió a Banco de Sangre, pues su deseo era estudiar Medicina, pero en el camino le interesó el área de la educación y también cursó Educación y Desarrollo Infantil, esta opción técnica fue la que la dirigió a la carrera de Pedagogía, que comenzó a estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM.

Allí cursó la opción técnica de Urgencias Médicas y decidió profesionalizarse en la Atención Prehospitalaria, por lo que abandonó la carrera de Pedagogía y, para pagar sus estudios en la Cruz Roja Mexicana, trabajó en una estancia Infantil, como asistente educativo, gracias a uno de los ETE que había cursado en el CCH, hasta que obtuvo una plaza en Bomberos luego de desempeñarse como voluntaria por casi dos años.

“Gran parte de esta decisión se la debo a mis profesores del CCH, cada aprendizaje, su compromiso y experiencia me dieron la seguridad y el camino para descubrir mi vocación”, asegura la excecehachera, porque los ETE le brindaron un amplio panorama para decidir a qué quería dedicarse.

“Viví la experiencia propia del campo de aplicación y eso me hizo visualizarme donde quería estar en unos años. Los profesores de cada opción fueron un gran ejemplo, me transmitieron el amor por lo que hacen, me mostraron más allá de mis horizontes y me motivaron a ir por más”, dice.

Apunta que su paso por el CCH se refleja en su cotidianidad: “Si bien, yo salí de la UNAM, la UNAM no salió de mí y lo puedo notar en cosas que parecieran tan simples, como la de realizar una presentación, hasta la capacidad crítica y humana hacia mi entorno. El CCH me dio las mejores experiencias y amistades; me abrió puertas para trabajar y conocer otro mundo, me brindó herramientas básicas, pero tan importantes como redactar, leer, investigar, no creer a ciegas en lo que me dicen, proponer, discutir, equivocarme y saber que esto no me define como persona, pero que es la oportunidad de aprender”.

Daniela tiene 6 años como paramédico, ingresó como voluntaria en 2016 y su plaza la obtuvo en 2017 en la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos del Municipio de Cuautitlán, “un camino largo y de mucho esfuerzo, pero lo logré”, señala la joven para quien ser paramédico es un estilo de vida.

Son muchos los obstáculos y complicaciones por las que ha pasado, sin embargo, siempre ha contado con el apoyo de su familia aun cuando no aprobaban del todo su decisión; “llegaron a tener miedo de que me dedicara a esto, pero siempre han estado cerca de mí y su apoyo ha sido fundamental”.

El reto más grande, puntualizó, ha sido demostrarse a sí misma “que esto es lo que amo, que puedo lograr todo lo que me proponga, saber que puedo formar parte del cambio y dejar una semillita positiva en este mundo”.

Daniela ha participado en varios eventos de protección civil, lo que ha enriquecido su formación y experiencia, además de conocer y tener contacto con personas del área que han sido clave para su superación. Su más reciente participación fue en la Jornada Nacional: Mujeres trabajando en la gestión integral del riesgo de desastres, en el marco del Día Internacional de la Mujer 2022.

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