Teatro Isla de Próspero

Teatro Isla de Próspero

Es el comienzo del movimiento, de la transformación

Teatro Isla de Próspero
Es el comienzo del movimiento, de la transformación

Continuemos con los componentes internos del drama. ¿Qué pasa una vez que el personaje entra en conflicto? Decíamos que el conflicto se va a manifestar en sensación, y a partir de este punto el personaje hará algo con ella. Uno de los mecanismos esenciales es el del estímulo-efecto, que compone las células de la estructura dramática y, además, es la base misma de la técnica actoral. En un personaje, el efecto ante lo conflictivo es la sensación inmediata, para luego derivar en una decisión.

Decidir es el inicio del movimiento, de la transformación; es, en sí, el principio de la acción dramática. Cuando Aristóteles menciona que las obras dramáticas son llamadas así porque «en ellas se imita a hombres en acción», se refiere justamente al movimiento estimulado por el conflicto. No es un movimiento gratuito, es uno con intención, y la principal y más natural de sus intenciones será salir de lo problemático.

Recordemos, una vez más, a Edipo: él está tranquilo hasta que, debido a la peste que azota a Tebas, se impone la tarea de encontrar al asesino de Layo —ya que eso es lo que han interpretado del oráculo al que han ido a consultar— pero los primeros resultados de su investigación lo señalan a él como responsable del asesinato. ¿Qué hace Edipo entonces? ¿Cuál es su decisión, su acción? Culpar a los demás. Niega, con absoluta rotundidad, ser partícipe de semejante crimen. Y quizá, por la fuerza con que se desprende de las acusaciones, pudiéramos creerle... Si no fuera porque, de hecho, Edipo sí cometió un asesinato en el pasado, y él lo sabe; por ello, su reacción resulta reveladora.

Cierta manufactura dramática hace evidente la capacidad de decisión de los seres humanos. Esta capacidad es de diversas tonalidades, tantas como personalidades hay sobre la Tierra —este tipo de drama muestra que, en esencia, son unas cuantas— pues todas dependen de un factor común: el carácter.

Digamos, de momento, que carácter es aquella construcción primigenia de la que deriva la manera de actuar de las personas. En el momento en que el personaje dramático decide, deja en evidencia su particular construcción conductual, misma que incluye los criterios a través de los que entiende la vida. Todas las obras reflejan, con mayor o menor dimensión, rasgos de carácter, y hay algunas donde éste se señala como causa de lo problemático.

Por ejemplo, Antígona, de Sófocles. Resulta que esta obra, como parte de su construcción, matizará dos formas de decidir y, por tanto, dos estilos del carácter. Antígona e Ismene son hermanas, huérfanas y compañeras de la misma circunstancia: son producto del incesto, testigos de la muerte de sus padres —uno exiliado; la otra, habiendo cometido suicidio— y, hace muy poco, en franca competencia por el reino tebano, sus hermanos varones se han matado entre sí, dando como resultado, debido a una implicación política, que Creonte, su tío, decrete la prohibición de enterrar a Polinices, bajo pena de muerte. O sea, si hay alguien con problemas en la vida, son las descendientes de Edipo. ¿Y qué pasa entonces? Antígona manifiesta su deseo de sepultar el cuerpo de su hermano e invita a Ismene a participar en tal labor.

Ismene, quien no se le ocurriría llevar nunca la contraria, decide acatar lo establecido por Creonte; en contraste, Antígona decide enterrar por su propia cuenta a Polinices, aun con la advertencia de que ese acto, bajo la circunstancia en la que están, provocaría que la condenen a muerte. Los dos caracteres se hacen notar: uno, que apela a la prudencia; el otro, que desea imponer su voluntad a toda costa.

Además, la acción ejercida por las hijas de Edipo nos indica la concepción que le dio origen. Ismene, aun con las desgracias de su situación, concibe la continuidad de su vida; pero Antígona no sólo quiere enterrar a su hermano, sino que la acción dramática nos mostrará que ella busca desvincularse de vivir: «Porque quien, como yo, viva entre desgracias sin cuento, ¿cómo no va a obtener provecho en morir?».

Teatro Isla de Próspero fue gestado por Olivia Barrera y yo. Síguenos en Instagram: @isladeprospero, en Facebook: @teatro.isladeprospero o escríbenos a teatro.isladeprospero@gmail.com  

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