Tenochtitlan

Conmemoración por los cinco siglos del suceso

En la revista "HistoriAgenda" se presentan diversas perspectivas

Conmemoración por los cinco siglos del suceso
En la revista "HistoriAgenda" se presentan diversas perspectivas

¿Qué significado tiene hoy la fecha del 13 de agosto de 1521? Fue la pregunta que planteó la revista HistoriAgenda en su más reciente número que tuvo como tema principal el “V centenario de la caída de Tenochtitlan” y a la cual respondieron profesores del Área Histórico-Social del Colegio de Ciencias y Humanidades y de sus cinco planteles.

Las distintas voces y perspectivas se expusieron en la presentación en línea de la revista, que convocó a autores de los artículos e integrantes del consejo editorial de la publicación, moderados por David Placencia, coordinador de la edición.

Al respecto, Miguel Ángel Ramírez Zaragoza explicó que la temática se vinculó estrechamente con el debate de dos temas en México, como lo fue la exigencia del presidente de la República de de disculpas por parte de la Corona española debido a la conquista y el hecho de que el Congreso Nacional Indígena y la Delegación Zapatista realizaran la Gira por la Vida, y llegara el 13 de agosto a las costas de Europa.

La historia, detalló, es fundamental en términos sociológicos, políticos, antropológicos; un diálogo interdisciplinar muy importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje. HistoriAgenda, dijo, es un espacio de difusión de las ideas de los profesores, de retroalimentación y resignificación de temas y donde los alumnos también pueden tener materiales novedosos donde se discuta la visión “tradicional de la historia”.

"La fecha histórica tiene un gran significado, para algunos será el arranque de un proceso, para otros una culminación, pero lo más relevante es que tiene que ver con las inquietudes que tenemos en el presente. Ha vuelto a tomar una dimensión polémica e ideológica y aterriza en la dimensión política", así lo expresó la profesora Tania Ortiz.

Precisó que depende de dónde nos posicionemos y desde dónde estemos mirando el proceso histórico, los artículos de la revista permiten reflexionar sobre las distintas posiciones, los distintos actores de la conquista. Destacó el planteamiento general de la necesidad de repensar este proceso histórico, sus implicaciones y sus significados que se han dado a lo largo de la historia y la profunda carga ideológica que posee. 

Más adelante, Gloria Carreño Alvarado mencionó que HistoriAgenda permite reflexionar sobre los aspectos identitarios que surgieron de dos culturas que violentamente se hicieron una, como la religión, la cultura y la economía, los cuales formaron parte de una estructura que se implantó producto de la guerra.Hizo un llamado a conservar la cultura y las lenguas de las culturas indígenas, así como incentivar a las nuevas generaciones a valorarlas. Al referirse a las consecuencias del virreinato, señaló que se da la construcción de un panorama social, pero dentro de ella la discriminación de la población mexicana, que se acentúa por quienes no tienen oportunidades educativas y económicas.

En tanto, Jesús Antonio García Olivera explicó que la guerra de conquista fue parcial, estructurada, no tanto por parte de la comunidad europea del siglo XVI sino de los grupos aliados:

“marca la diferencia que va a existir entre estos grupos y sobre todo la creación de un sentimiento de identidad para el periodo colonial”.

Cae el centro, comentó, una parte importante, pero no es todo el mundo mesoamericano; cae principalmente por los grupos aliados, estamos ante una guerra mesoamericana con una “historia colonial”, pero europeizante, es la conquista y la derrota en este contexto. El día 13 de agosto se tiene que analizar  con una serie de elementos simbólicos para explicarlo.

Israel Jurado Zapata recordó lo planteado por Enrique Seño de entender la conquista como un proceso nunca acabado, comprender  la complejidad de los procesos y no reducirlo a la caída de Tenochtitlán en 1521 al papel que jugaron los demás Estados  mesoamericanos, etcétera; y sí destacar que otros pueblos indígenas nunca fueron sometidos.

Al referirse a las consecuencias del Virreinato en el país, planteó dos aspectos: por un lado, la administración del sistema político corrupta, con los Estados indígenas. Por fuentes,

“se sabe que había una mayor rigidez, una estructura con un mejor funcionamiento. El Estado virreinal hereda al México independiente todo un modelo de corrupción y otros elementos, los cuales se reproducirán incluso hasta el siglo XX, así como el sistema de castas”, dijo.

El otro elemento, señaló, tiene que ver con la República de Indios como un espacio de consolidación comunitaria, la propiedad colectiva de la tierra, la autonomía, que hoy forman parte de los pueblos indígenas, sus luchas y demandas.

Para concluir, David Bogarin agradeció el apoyo que el Director General del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, ha dado a la revista; también al secretario de Comunicación Institucional, Héctor Baca y de todos aquellos que forman parte en la formación de la revista, así como al consejo editorial.

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