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Ecos de otra pandemia

Hay avance en tratamientos y medidas preventivas

Ecos de otra pandemia
Hay avance en tratamientos y medidas preventivas

A cuatro décadas de haberse registrado en el mundo los primeros casos de la infección causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la enfermedad por Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), se han logrado importantes avances científicos y tecnológicos para su detección y tratamiento integral, así como para erradicar tratos violentos y negativos hacia las personas de todas las edades contagiadas con el virus. 

A lo largo de estos años, se han desarrollado medicamentos para los pacientes que sufren de la enfermedad que, ha quedado claro, no es propia de grupos sexuales específicos, sino de prácticas de riesgo y sin protección.

Al cumplirse 40 años de lucha contra el VIH y el Sida, se reconocen los aprendizajes y retos frente a la pandemia que detonó en 1981 y sigue latente, por lo que es importante que las y los adolescentes, jóvenes y adultos, sin importar preferencias y práctica sexuales, estrato social, creencias religiosas o preparación académica tengan presentes los riesgos y la información adecuada para prevenirlos.

Otro aspecto importante es que grupos de la sociedad civil organizada no han detenido sus acciones para poner a la vista el tema, manifestarse y exigir acciones de atención preventiva y tratamientos al Estado, a los laboratorios farmacéuticos y al personal médico.

 

Detección

Para ayudar en la detección oportuna de la enfermedad, en 1985 surgió el primer test de la infección por VIH que apoyó en los diagnósticos y en el control de la sangre en transfusiones. Las pruebas regulares personales y en parejas sexuales ayudan a conocer el estado del mal y, en su caso, aplicar tratamientos oportunos.

Es importante destacar que las personas que viven con VIH tienen la posibilidad de contar con la misma calidad de vida de quienes no lo padecen, siempre y cuando lleven de manera adecuada y permanente el tratamiento correspondiente, que se compone de combinaciones de fármacos antirretrovirales que inhiben la réplica del virus en el organismo humano.

Los medicamentos antirretrovirales evitan la reproducción o réplica del virus de VIH, reducen el riesgo de transmisión, impiden la destrucción de las defensas inmunológicas, permiten que el sistema inmunitario se recupere y ayudan a evitar el desarrollo del Sida y enfermedades oportunistas.

 

No más estigmas

En cuanto a la estigmatización que sufren las personas por padecer la enfermedad, después de años de investigación quedó claro que no es una epidemia acotada a ciertos grupos característicos, ya que su transmisión depende mucho de las prácticas de riesgo.

El VIH pasa de una persona infectada a otra mediante fluidos corporales, por eso, entre los medios de protección se encuentra el uso del condón con lubricantes, que reducen en 94 por ciento el contagio.

También puede transmitirse por la leche materna a los lactantes. No obstante, hoy las mujeres que viven con VIH pueden embarazarse y tener hijos sin transmitir la infección, siempre y cuando sigan un tratamiento específico para ello.

Al cumplirse 40 años de dicha pandemia, aún hay muchos retos que afrontar, como lograr la primera vacuna, contener nuevas infecciones, mejorar los tratamientos y su accesibilidad universal y proponer la educación sexual integral para que las nuevas generaciones puedan practicar su vida sexual de forma más segura.

Recientemente, la UNAM publicó que en México existe una nueva opción para atender a las personas con VIH que son los inhibidores de intergrasa (clase de medicamento antirretroviral contra el VIH), con evidencia de mayor seguridad, eficacia y menos efectos adversos.

En una entrevista realizada por Ciencia UNAM, Luis Adrián Quiroz, vocal del Conasida y colaborador externo de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que este tipo de fármacos son sinónimo de tener la mejor terapia de esta familia de medicamentos, los cuales contribuyen a generar una mejor adherencia terapéutica, lo que significa un mayor beneficio para las personas.

Además, existen métodos eficaces de prevención, incluso profilaxis preexposición (PrEP) y profilaxis posexposición (PEP).

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