Diálogo y argumentación

Diálogo y argumentación

Son capacidades que forman conocimientos

Diálogo y argumentación
Son capacidades que forman conocimientos

El diálogo y la argumentación, como elementos fundamentales de la Filosofía, fueron puestos sobre la mesa de análisis por los académicos Ricardo González Santana, Leticia González Salas y Jorge Luis Gardea Pichardo, para enfatizar su pertinencia no sólo en el ámbito académico, sino también en la construcción de mejores ambientes sociales.

Como parte de las actividades de la Jornada de Filosofía Práctica, que organizó la Secretaría de Programas Institucionales, Ricardo González Santana presentó la ponencia “Argumentación filosófica”, en la cual propuso el diseño de una rúbrica o lista de cotejo con los elementos mínimos para un trabajo de argumentación filosófica.

En ese sentido, tomó como base la perspectiva de la lógica clásica de los siglos XIX y XX. Y ejemplificó con el texto “Pensar en español, de Luis Villoro, el cual calificó de ejemplar por contener dichos elementos.

Por su parte, la profesora Leticia González Salas ofreció la ponencia “Los linderos de la argumentación”, la cual surgió al reflexionar sobre una frase que escuchó en su plantel: ¿De qué sirve enseñar argumentación, si cuando se trata de decidir en situaciones importantes para la vida pública no es la argumentación la que define el rumbo sino la presión política?

Argumentamos, dijo, cuando hay desacuerdos en una situación, una decisión o una opinión y esto es parte de la vida humana. Para resolver las discrepancias hay tres formas de resolver y de acuerdo con David Gaitán, es mediante la fuerza de cualquier tipo, mediante la propuesta de razonamientos al otro, la provocación de asociaciones mentales en el otro, pero optar por la argumentación es siempre el mejor camino posible para solucionar la controversia.

En tanto que el doctor Jorge Luis Gardea expuso tres criterios de evaluación de la argumentación, a través de la ponencia homónima. El académico ubicó la enseñanza de la Filosofía como una formación necesaria para que los estudiantes puedan seguir aprendiendo durante toda su vida y aplicar sus conocimientos fuera del aula.

A través de métodos y procedimientos, precisó, se adquieren conocimientos y habilidades de búsqueda, análisis y selección crítica de la información, particularmente ante el actual contexto de infodemia, ya que permite distinguir los falaces de los no falaces, los convincentes, persuasivos y engañosos para la construcción de sus juicios en el ejercicio de un razonamiento práctico.

En este sentido, dijo, es importante diferenciar entre opinión, creencia, conocimiento y saber; ubicar los tres criterios que tiene un argumento: aceptabilidad, relevancia y suficiencia; además de distinguir entre conocimiento e ideología.

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