El 25 de noviembre (25N), Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas, es una fecha que ha tomado fuerza, ya que se recuerda el feminicidio de las Hermanas Mirabal en República Dominicana y que junto con el 8 de marzo (8M) exponen las vicisitudes que viven las mujeres en la actualidad, comentó Mayra Monsalvo Carmona, secretaria General del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
En entrevista, la funcionaria resaltó la importancia de sumar iniciativas contra la violencia de género, en específico, hacia las mujeres:
“aunque hemos trabajado, el 25N puede hacer más visible esta situación. La violencia no sólo es través de golpes, puede ser verbal, emocional, psicológica, no es normal vivir una situación así”.
Monsalvo Carmona trajo a la memoria aquellos tiempos en los que se normalizaba la violencia hacia las mujeres:
“¿cuántos fueron criados así? Se creía que estaba bien, sin embargo, nadie merece ser golpeado en ninguna circunstancia”.
Por lo anterior, indicó que en el Colegio se trabaja de forma coordinada para erradicar esta problemática, pues los valores universitarios deben promover la construcción de espacios igualitarios.
Desigualdad social
La secretaria General del CCH comentó que el problema de la violencia de género se presenta en la cotidianidad. Como ejemplo, muchas mujeres realizan jornadas extenuantes, ya que cumplen con muchos roles: ser ama de casa, madre, profesionista, cuidadoras, entre otros.
“Una mamá trabaja un horario de ocho horas, más dos de camino, si bien le va. Hablamos de 12 de 24 horas del día. Entre hacer la comida, lavar ropa, atender y revisar tareas, se observa una serie de actividades que, incluso, provoca conocer cómo distribuye el tiempo, porque 24 horas no alcanzan”, dijo.
Monsalvo recordó la película Julia, en la cual se observa cuando a una de las protagonistas le preguntan: “¿usted trabaja o es ama de casa?”. El personaje femenino recuerda su jornada y hace un repaso de todas las actividades de su día, desde que sonó el despertador a las cinco de la mañana, bañó a sus hijos, preparó el desayuno, los llevó a la escuela, regresó y, al final, respondió: “soy ama de casa”.
“Creo que todos los días tendríamos que visibilizar las cosas que realizamos. Hacerles ver a los jóvenes que no ‘ayudan’ a su mamá o a su papá, sino que el trabajo del hogar se debe distribuir. No es que a las mujeres les guste lavar los trastes o trapear; a todos nos gusta el orden, la limpieza y la armonía y todos debemos colaborar”, explicó.
Por lo anterior, destacó la importancia de comenzar a generar cambios desde los entornos más cercanos, como el hogar, el trabajo y, en el caso de los alumnos, desde la escuela.
“Somos un sistema, vamos a generar cambios en los que están a nuestro alrededor y éstos, a su vez, con los demás. Se multiplica el decir ‘no’ a la violencia de ningún tipo. Lo más importante es el respeto, sea la persona que sea, es la base de todo y de la convivencia sana. Debemos actuar conforme a valores, morales o universitarios”.
En ese sentido, resaltó el trabajo colaborativo, pues al unir esfuerzos “podemos permear sobre el tema y retomarlo para empezar con la familia, luego con toda la comunidad del Colegio e ir avanzando”, agregó.
Acciones por la equidad
Como parte de las acciones para crear espacios igualitarios entre la comunidad cecehachera, Monsalvo Carmona dijo que el Colegio trabaja a través de programas, eventos y actividades para sensibilizar sobre este tema “y que seamos nosotros mismos los que generemos un cambio de actitud, hacia lo que vemos, hacia lo que hacemos, creo que es la parte más importante”.
Recordó que la Comisión Interna para la Igualdad de Género (CInIG) organiza actividades y se han desarrollado eventos con el personal académico para abordar el tema.
“Todos deberíamos informarnos sobre esta problemática, porque siempre tenemos a una mujer o a un hombre cerca y no sabemos si puede estar sufriendo alguna violencia, qué tanto lo podemos escuchar u orientar, porque cada quien decide”, aseveró.
Asimismo, la funcionaria universitaria resaltó que en los cinco talleres de conversatorios, proyecciones de cine, debates, exposiciones fotográficas y talleres ayuda a sensibilizar a la población, sobre todo, a los jóvenes.
“Tenemos chicos de entre 15 y 19 años; ya es tiempo de que se den cuenta de esta situación. Ellos pueden ejercer violencia, pero como ya mencionamos, sería algo ‘normal’, no lo identifican como algo negativo. Como educadores, debemos enseñarles cuáles son las actitudes que no deben ejercer”.
Por último, Monsalvo Carmona consideró importante desarrollar redes de apoyo,
“por ejemplo, en el plantel Vallejo se realizó una actividad. Una maestra abordó las cuestiones de género, sus alumnos hicieron bordados sobre cómo veían estas situaciones, se enteraron por parte del gobierno y los invitaron a montar una exposición en Tepito. Es emblemático que los inviten a exponer en un lugar tan importante en la Ciudad de México, estamos trascendiendo”.
