Museo de las Constituciones

Aprender sobre derechos

Visitan Museo de las Constituciones

Aprender sobre derechos
Visitan Museo de las Constituciones

Estudiantes del plantel Naucalpan del CCH visitaron el Museo de las Constituciones, ubicado en el Centro Histórico, donde la profesora Araceli León les mostró la línea de tiempo que sigue la Constitución Política, desde 1812, cuando surge la Constitución de Cádiz para los territorios de la Nueva España, hasta la de 1917 y las reformas actuales.

El recorrido histórico, organizado en el marco del Programa Jóvenes Hacia la Investigación en Ciencias Sociales, comenzó por el propio recinto, parte de una edificación del siglo XVII que se erigió como Templo del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo. La parte que administra la UNAM se concluyó en 1603. En los años cuarenta del siglo pasado, el recinto albergó material hemerográfico, función que mantuvo hasta 1979.

“Los seres humanos somos sociales, no podemos estar alejados de los demás y, en ese sentido, las constituciones son acuerdos de convivencia que establecen qué se puede hacer y qué no, estos acuerdos los creamos nosotros; es una forma de autogobernarnos, no se impone una constitución, nos integramos y establecemos bajo qué características hacerlo”, destacó al hablar de la importancia de estos documentos.

Luego de explicarles quién puede y de qué forma cambiar la Constitución, ofreció una línea de tiempo con los cambios que ha tenido la Carta Magna, empezando por la de Cádiz de 1812, seguida por la de Apatzingán, de 1814; la Constitución de 1824, las siete leyes de 1836, las bases orgánicas de 1843, el Acta de reforma de 1847 y la Constitución de 1857.

En 40 años, detalló, “tuvimos siete textos porque nuestro país atravesó por grandes transformaciones, una  vez que nos separamos de España, hubo que elegir la forma de autogobernarse, lo cual derivó en pugnas para elegir la mejor manera”.

Estos años, abundó, fueron difíciles para el país, “porque entre nosotros mismos no nos poníamos de acuerdo sobre el tipo de gobierno que más nos convenía y había problemas con los ingleses, franceses y con Estados Unidos, con quien perdimos la mitad de nuestro territorio”.

Que hoy nos llamemos Estados Unidos Mexicanos y nos mantengamos como país independiente fue un logro para todos esos hombres que vivieron en esa época, porque la Nueva España era un país rico y varios querían someterlo, logramos sobrevivir a las amenazas extranjeras y a los conflictos internos, recordó.

En 1822, Agustín de Iturbide se proclamó emperador de México, en esos años nos llamamos Imperio Mexicano y el billete tiene el que sería nuestro escudo nacional, pero con una corona en la cabeza, aquí también tomó posesión Guadalupe Victoria. La profesora Araceli mostró y explicó las monedas y billetes de cada época y el origen del término “me carrancearon”, los tiempos eran inestables y el dinero también, hoy valía, mañana no.

Sobre la Constitución de 1824, la primera que se tuvo después de la Independencia, explicó que un gobierno de carácter republicano, donde las personas eligen a sus representantes y algo muy importante, dijo, el artículo 1º establece que la nación mexicana es libre e independiente de España y de cualquier otra potencia que quiera venir a someternos.

La historiadora hizo una exposición interactiva con los jóvenes para explicarles las aportaciones de la Constitución de 1857, así como la de 1917, que fueron modelo para otros países. También habló de la forma en que se dan las nuevas modificaciones en el Congreso y contextualizó el significado de los vitrales y murales del inmueble que alberga el Museo de las Constituciones. 

Compartir: