Gustavo Abraham Martínez

Para él no hay barreras

Gustavo Abraham Martínez, del plantel Oriente, obtuvo un gran promedio general de 9.1

Para él no hay barreras
Gustavo Abraham Martínez, del plantel Oriente, obtuvo un gran promedio general de 9.1

Desde niño ha sido aficionado a los Pumas y su ilusión es presenciar un encuentro de futbol. Practica varios deportes de pista y campo. También le gusta nadar, leer y aprender inglés. Quiere cursar una carrera profesional en la UNAM y por ello estudia arduamente. En su primer semestre en 2018 como alumno del plantel Oriente obtuvo 9.1 de promedio.

Sus primos lo motivaron para ingresar a este plantel, y eso le ha ayudado a tener más confianza en sí mismo, practicar la comunicación interpersonal y desechar actitudes retraídas. “Desde pequeño me enseñaron que a una persona se le conoce por su educación; si esto sirve para ayudar a la sociedad, pues es mejor estar preparado, y si es una institución universitaria, doblemente bueno”, destacó Gustavo Abraham Martínez Reyes, joven invidente de entonces 15 años, quien a su corta edad “no conoce los límites para su formación”, según publicó Gaceta CCH número 1487, correspondiente al 12 de marzo de 2018.

Avecindado en Ciudad Nezahualcóyotl, Gustavo padece glaucoma congénito. Cuando era pequeño veía poco, pero un accidente le ocasionó desprendimiento de retina y le hizo perder la visión por completo. Y él acepta este hecho como un reto y no como un pretexto para no hacer nada; por el contrario, se ve motivado para explorar otras habilidades, como andar sin riesgo por la casa o la escuela, hacerse responsable de sus tareas y lecturas a través del sistema braille.

Todas las materias le gustan por igual, pero se inclina por la música, la natación, la lectura y la escritura, todo eso para que llegue en óptimas condiciones e ingrese a la carrea de Química o de Historia, la que más le apasiona.

Para alcanzar esta meta asiste a las asesorías, a las clases de inglés en la Mediateca y a los talleres de educación física que, con la ayuda de su profesor, le ha dado otro sentido a su vida, pues ha encontrado más compañeros, más solidaridad y más atrevimiento para involucrarse en diversos ejercicios.

Para él, los obstáculos sólo están en la mente, “y uno mismo se los pone, por eso hay que seguir adelante sin importar lo que esté en contra; debemos superar los problemas, integrarnos, ocuparnos y ser responsables de nosotros mismos, con nuestra familia y con compañeros de clase”.

 

“Debemos superar los problemas, integrarnos, ocuparnos y ser responsables de nosotros mismos.”

Gustavo Martínez Reyes

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